La oferta y la demanda en medio de la crisis navideña


Bombas, listones, encajes y otros materiales son utilizados para decorar los árboles navideños. A pesar de que estos insumos no son baratos, son consumidos por los guatemaltecos. Según los primeros reportes, se han tenido buenas ventas, a pesar de estar en

Las luces navideñas, los regalos, el aserrí­n de colores, el árbol navideño, todo es parte de una temporada que acarrea un incentivo en compras que provoca un crecimiento en las ventas; sin embargo, esto no significa que los precios tiendan a ser más baratos.

Eddy Coronado
ecoronado@lahora.com.gt

Las figuritas de barro son otros de los productos tradicionales en la Navidad guatemalteca. FOTO LA HORA: JOSí‰ OROZCOLa manzanilla, el musgo y el pino, son altamente cotizados por su color y su olor. FOTO LA HORA: JOSí‰ OROZCOLos productos elaborados -como estas coronas en primer plano- aumentan su valor al doble del precio de las materias primas, debido al valor de la mano de obra. FOTO LA HORA: JOSí‰ OROZCOUna niña ofrece aserrí­n de distintos colores, uno de los materiales imprescindibles en Navidad, utilizado en los hogares guatemaltecos para decorar los Nacimientos. FOTO LA HORA: JOSí‰ OROZCO

Las ofertas en los mercados ya se han incrementado en una época en que la mayorí­a busca ahorrar, donde los sectores populares y exclusivos registran mayor cantidad de afluencia de personas, pero para lograr precios razonables existen muchos factores en contra para conseguirlos.

La demanda de los productos tí­picos de la temporada aumenta por parte de los guatemaltecos, quienes buscan desde las manzanas importadas en su mayorí­a de Washington y Canadá, las uvas de California, hasta los adornos, ropa, productos plásticos y materias primas.

«Son miles de productos los que importamos, desde los artí­culos básicos de primera necesidad hasta artí­culos de poco consumo» señala Jorge Briz, presidente de la Cámara de Comercio.

Según Briz lo que ha hecho empobrecer a todos los guatemaltecos es la devaluación artificial del tipo de cambio, que ha aumentado en un 14%%, lo que significa que van a comprar menos por la crisis que estamos viviendo y hoy tenemos mucho menor poder de compra que el año pasado en todos los productos de importación.

Muchas familias incluso es posible que no tengan la posibilidad de comprar algo especial para Nochebuena y los problemas aunados a un salario mí­nimo que no llena la calidad de vida de los costos de la canasta básica vital dificultan en gran medida el nivel de adquisición.

OFERTAS

Mientras que los comerciantes siempre se esfuerzan por colocar ofertas en el mercado, estas serán más caras porque el dólar cuesta más, «ellos no pueden estar perdiendo y los precios aumentarán por la devaluación del dólar en un 14%%, afirmó el representante de la Cámara de Comercio.

Los señalamientos en contra de las autoridades que, según Briz, siguen actuando con irresponsabilidad porque siguen manipulando el tipo de cambio, provocan que los costos de los productos se incrementen; además, de la intención de poner más impuestos que al final recaerán en todos los productos básicos, afirmó.

Uno de los factores que más inciden en el incremento de los precios importados para esta época navideña es una mayor demanda de los productos y esta demanda lo que produce es que la cantidad de importadores aproveche este momento para incrementar sus precios, aunque posteriormente todo lo que queda en los centros comerciales disminuye, inclusive existen dí­as especí­ficos donde se venden con descuentos del 50 y 75 %%, porque ha pasado el tiempo de una venta que se caracteriza por ser de carácter temporal.

Según Jorge Santos, analista económico del Centro Internacional para Investigaciones en Derechos Humanos (CIIDH), la ley de la oferta y la demanda no influye necesariamente, porque lo que pudiese existir es un fenómeno contrario, ya que en tanto la demanda es más alta, existe la tendencia en muchos de los productos a incrementar estos precios dado que la gente buscará la adquisición de determinados artí­culos.

De acuerdo con los economistas, la oferta y la demanda determina los precios de los productos, de tal manera que al aumentar la cantidad de cierto bien (producto) fabricado, el costo unitario disminuye; pero si se incrementa la demanda, el precio que están dispuestos a pagar los compradores (algunos) se incrementa, ante la perspectiva de no poder adquirir el producto por falta de oferta.

Sin embargo, cuanto mayor es el precio del producto, mayor es la cantidad de empresas dispuestas a fabricarlo y colocarlo en el mercado, con la expectativa de venderlo a un precio elevado, incrementando su beneficio, de modo que a medida que el precio aumenta la oferta lo hace igualmente.

DEMANDA

Ahora bien, pasada la temporada y ante el decrecimiento de la demanda del producto, también hay un decrecimiento del precio rompiendo con esta lógica de la ley de la oferta y la demanda, muy probablemente eso se dé por el factor de temporalidad que tiene la época navideña y ciertos productos consumidos.

Si hay una menor demanda, el precio será más elevado, en tanto intentará regular los costos que permiten ofertar este tipo de productos; sin embargo, esto está marcado particularmente por la temporalidad.

«La temporalidad es más allá que la propia ley de la oferta y la demanda» afirma Santos, quien cree que hay que referir con mucha fuerza que los efectos de la crisis económica no han concluido en el paí­s y seguimos experimentando un proceso de caí­da en casi todos los rubros la actividad económica.

De acuerdo con el analista de CIIDH la temporada de productos navideños se ha atrasado en relación con años anteriores y probablemente no vamos a tener el mismo ritmo de ventas que se produjo el año pasado.

En cuanto a los ingresos también ha sido un tema negativo en las familias, porque no tienen el poder adquisitivo necesario para realizar las compras navideñas y según expertos lo que pasará es que priorizarán mejor su compra, ya sea en lugares mucho más baratos o dejarán de comprar ciertos productos.

PRIORIZAR COMPRAS

«Lo que identificamos son dos procesos: la priorización en lo que compran, entonces dejarán de comprar productos de carácter superfluo; si antes inundaba mi casa con foquitos, ahora no compraré más para ahorrarme energí­a eléctrica; y si anteriormente compraba arbolito cada año, ahora lo guardaré para el siguiente. También, muchos, buscarán intercambios de regalos para evitar darle regalos a todos los miembros de la familia» destacó Santos.

En otros casos, el 51%% de la población que vive en situación de pobreza tendrá una considerable reducción del consumo de estas familias en esta época, y muchos analistas piensan que todos los productos de adornos de casa es muy probable tengan una caí­da en sus ventas; ahora en los insumos para la cena, puede que no tenga el mismo ritmo de caí­da que todos los elementos que sirven para adornar una vivienda.

El factor del tema del impuesto, en el proceso que hoy vivimos de reforma tributaria que se está planteando, se resaltó que no es un elemento que deberí­a de mermar el consumo de las familias guatemaltecas, porque los elementos que están planteados en la reforma tributaria son de otra í­ndole, por lo tanto no deberí­an afectar en el consumo.

Cada familia tiene un presupuesto y va a comprar en la medida de lo que tiene para comprarlo, es así­ como el mercado permite que se venda lo que a la gente le satisface y este es el que excluye las cosas que no satisfacen por su calidad o están fuera del alcance de lo que las personas tienen para pagar.

Según el experto económico Carlos González de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), no existen precios tope, ni nadie que los esté vigilando, solamente está la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (DIACO) para evitar abusos, fuera de eso no hay ningún impedimento para que cada comerciante pueda fijar los precios con libertad, aunque tomará en cuenta los precios del mercado, porque si esta arriba de ellos no va a vender

González afirma que los empresarios miran si hay una sobreoferta de producto y tienen que conformarse con un margen de ganancia más pequeño con tal de vender, «mejor me conformo con ganar Q10 por unidad, pero si vendo un millón gano más; mientras que, si quiero ganar 20 por cada producto solo venderé 100, por ejemplo».

La devaluación es un factor importante porque el que importó usó más quetzales para traer el producto; sin embargo, no precisamente aumentarí­an del todo de acuerdo con el experto de Asies, además del precio en sí­ del producto también influye: el flete, el seguro para cubrirse de cualquier eventualidad y que el producto no llegue a su destino, luego el acarreo desde la aduana y el empresario agrega sus costos propiamente.

LEY DE OFERTA Y DEMANDA

Los agricultores, en su cotidiano asistir a los mercados para vender sus productos, con el tiempo se fueron dando cuenta cómo los precios dependí­an de la cantidad de productos ofertados; ante la cantidad de compradores fueron adaptando sus producciones con ese fin.

Resulta que cuando un año (por la sequí­a, por las plagas, por la climatologí­a, etcétera, era malo y habí­a poca producción) los compradores estaban dispuestos a pagar más dinero ante la poca oferta que habí­a y los precios subí­an mucho, los que no los podí­an pagar optaban por productos alternativos.

Al ver qué precios tan altos se pagaban por los pocos productos que se ofertaban y la gran demanda que habí­a de ellos en el mercado, los agricultores sembraban muchos para el próximo año, y entonces habí­a una enorme cosecha y una gran oferta, pero los compradores ya no querí­an comprar más y los agricultores bajaban los precios hasta precios mí­nimos para tratar de venderlos.

El otro año no sembraban tanto y la producción era normal porque los precios subí­an, aunque no tanto, pero estaban equilibrados; y así­ que a mucha oferta, precios a la baja, porque ya nadie quiere los productos.

Poca oferta, los precios suben porque hay quien quiere comprar al precio que sea, porque lo pueden pagar, y los que no lo pueden pagar optan por productos alternativos; a esa regulación de los mercados se le llama «la ley de la oferta y la demanda», aunque a veces es lenta en su punto de equilibrio.

COMPETENCIA

Los diferentes precios de los productos navideños varí­an de acuerdo al sector, por lo tanto en los centros comerciales se manejan precios arriba de los acordados por vendedores en los mercados populares y muchos podrán beneficiarse de esta competencia.

Las familias pueden decidir cuánto y dónde gastarán para esta fecha esperada, que para muchos es una de las fiestas que fortalecen el consumismo, mientras que para otros mejora los lazos familiares para compartir con los seres queridos.