La «Obamaní­a» hace furor en China


Tazas con la imagen de Barack Obama son ofrecidas en el Museo de Cera de Shanghai, donde la figura del presidente de Estados Unidos está en exhibición. FOTO LA HORA: AFP

El presidente estadounidense Barack Obama comprobará, a su paso por Shanghai y Pekí­n, que pese a que la «Obamaní­a» se terminó en Estados Unidos su popularidad sigue intacta en China, sobre todo entre los jóvenes, que ven en él el sí­mbolo del sueño norteamericano.


Barack Obama se despide en la pista de Maryland, con rumbo a China. FOTO LA HORA: AFP SAUL LOEB

En las últimas semanas antes de la primera visita del presidente estadounidense -del 15 al 18 de noviembre- han tenido gran éxito las camisetas «Obamao»: Obama vestido como Mao Tsetung durante la Revolución Cultural, con traje y gorra verde oliva.

«La mayorí­a de chinos aprecia a Obama. Lo encuentran simpático, divertido y es el primer presidente negro», explica el inventor de la camiseta, Liu Mingjie, de 39 años, propietario de una pequeña tienda en el barrio turí­stico de Houhai en Pekí­n.

En la página china del buscador de internet Google, la palabra «Obamao» da cerca de cinco millones de resultados, un millón por delante de «Hu Jintao», el presidente chino.

Los internautas fueron más lejos, inventando la imagen del «camarada Maobama»: un presidente estadounidense de amplia frente peinado como el fundador de la República Popular.

Una prueba de esta popularidad es que las universidades de Pekí­n parecen haberse disputado el honor de lograr un discurso del presidente norteamericano.

Así­, el subsecretario estadounidense de Economí­a, Robert Hormats, recibió el martes, coincidiendo con su discurso ante una multitud de estudiantes de la Universidad de Economí­a y Relaciones Internacionales, una copia de la carta de invitación enviada hace varios meses a Obama, firmada por innumerables estudiantes.

Para Lu Dongkai, de 25 años, estudiante de Economí­a, Obama es el sí­mbolo por excelencia de un Estados Unidos que hace soñar, a pesar de la crisis.

«Es negro, y ha trabajado mucho para llegar donde está. Es algo que los chinos aprecian. Desde que llegó al poder, lanzó polí­ticas a favor de la gente sencilla», juzgó.

La versión china del libro de Obama, «La audacia de la esperanza: como restaurar el sueño americano», publicado poco antes de su elección, se vendió en 140.000 ejemplares. Y coincidiendo con la visita de Estado, la editorial imprimió 5.000 ejemplares más.

Para los analistas, esta popularidad se explica también por el pragmatismo de Obama ante a China.

Para Zhu Feng, especialista de las relaciones chino-estadounidenses en la Universidad de Pekí­n, Obama, «menos ideólogo que Bush», aportó «un nuevo tono».

«Esta administración es más activa para establecer relaciones productivas con Pekí­n, en particular para hacer frente a la crisis económica internacional», agrega.

Sin embargo, señala Hu Xingdou del Instituto de Tecnologí­a de Pekí­n, la imagen de Estados Unidos sigue siendo negativa para la mayorí­a de los chinos, dado que la «única superpotencia» sigue siendo considerada como «el gendarme del mundo que protege la paz mundial pero que puede atacar a (paí­ses) inocentes».