La «nueva polí­tica» británica se conjuga en masculino


El nuevo primer ministro británico, el conservador David Cameron (primera fila C), posa para una fotografí­a de grupo, con miembros de su partido y del grupo liberal. FOTO AFP / Andrew Winning / Pool

El histórico gobierno de coalición británico ha prometido una «nueva polí­tica» bajo la batuta del primer ministro conservador David Cameron, pero esta voluntad de ruptura no parece aplicarse a la paridad dado que entre los 23 ministros sólo hay cuatro mujeres.


Y de estas cuatro mujeres -todas conservadoras- que participan en las reuniones del Gabinete -el consejo de ministros- de la nueva coalición entre «Tories» y liberal demócratas, sólo dos tienen carteras importantes: Theresa May, ministra de Interior y secretaria de Estado de la Mujer y de Igualdad, y Caroline Spelman, ministra de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales.

La tercera, Cheryl Gillan, es titular del menos prestigioso ministerio de Gales. Y la cuarta, la baronesa Sayeeda Hussain Warsi, es secretaria de Estado sin cartera.

Cuatro son tres menos que en el anterior gobierno laborista de Gordon Brown. Y esto deja a David Cameron un largo por delante para cumplir su promesa de tener un tercio de mujeres antes del fin de la legislatura.

Sin embargo, un récord de 142 mujeres obtuvieron el jueves un escaño en la Cámara de los Comunes.

«Es como si el feminismo nunca hubiera sucedido», se indigna Ceri Goddard, directora general de la Fawcett Society, que milita por la igualdad.

«Parecerí­a que, mientras nuestros polí­ticos han logrado superar el tribalismo polí­tico para formar una coalición, esta nueva propuesta polí­tica no les ha hecho desprenderse de las actitudes sexistas que consisten en decir que las mujeres están excluidas del primer nivel del gobierno británico», agregó.

A las acusaciones sobre la cantidad de ministras, la baronesa Warsi responde en términos de calidad: «Tenemos mujeres fenomenales y tenemos a Theresa May como ministra del Interior: ¿qué puede ser mejor que esto?», declaró. May es una de las figuras más importantes del partido conservador, que llegó a presidir entre 2002 y 2003.

En 1997, el Partido Laborista adoptó reglas para favorecer las candidaturas femeninas y llegó al poder con un récord de 101 diputadas, de las 120 elegidas ese año.

En las elecciones del pasado 6 de mayo, los laboristas lograron 258 diputados, 81 de los cuales mujeres, lo que supone un nuevo récord en términos de proporción (31,3%). Los conservadores tienen 48 mujeres entre 306 diputados (15,6%) y sus socios liberal demócratas sólo siete de 57 (12,2%).

El problema no es la falta de mujeres en polí­tica, sino que «no son seleccionadas» para ser candidatas debido al sexismo imperante en las bases locales de los partidos, estimó Nan Sloane, directora del Centro para las Mujeres y la Democracia.

Sloane señaló que sólo una discriminación positiva podrí­a cambiar la situación y citó el ejemplo de España, donde una ley garantiza que no haya menos de 40% de personas de un sexo en las listas electorales. En la actualidad, más de la mitad de los ministros del gobierno socialista español son mujeres.

Cuatro mujeres, son tres menos que en el anterior gobierno laborista de Gordon Brown. Y esto deja a David Cameron un largo por delante para cumplir su promesa de tener un tercio de mujeres antes del fin de la legislatura.