La nueva heroí­na de los árabes


Manifestantes queman una bandera israelí­ de papel durante una protesta frente al edificio de la embajada de Israel. FOTO AFP / TED ALJIBE

El asalto israelí­ a la Flotilla de la Libertad consagró a Turquí­a como el nuevo estandarte de los árabes, hastiados de la incapacidad de sus dirigentes para plantar cara al Estado hebreo, estiman los analistas.


Desde El Cairo a Sanaá, pasando por Jerusalén, muchos de los miles de manifestantes que se echaron a la calle en protesta contra el asalto sangriento del lunes a un convoy que llevaba ayuda humanitaria a Gaza agitaron banderas turcas y retratos del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan

«La implicación creciente de Turquí­a, su compromiso en favor de los palestinos y las posiciones intransigentes de Erdogan hacen que la calle árabe lo considere un nuevo Nasser», estima Michel Naufal, experto en temas turcos.

Ningún dirigente árabe supo enardecer muchedumbres como el rais egipcio Gamal Abdel Nasser, fallecido en 1970.

Naufal asegura que «Turquí­a ya no es considerada el caballo de Troya de Occidente en la región».

Turquí­a fue el primer paí­s musulmán en establecer relaciones diplomáticas con el Estado hebreo, y los dos paí­ses firmaron un acuerdo de cooperación militar en 1996. Pero sus relaciones no han parado de deteriorarse desde la operación israelí­ en Gaza de finales de 2008.

Erdogan, cuyo gobierno islamo-conservador estrechó lazos con el mundo árabe, no escatima crí­ticas contra el Estado hebreo desde que un comando israelí­ asaltó el lunes los barcos que transportaban a cientos de militantes propalestinos y ayuda humanitaria para Gaza. Al menos cuatro turcos murieron en el ataque.

El miércoles, el parlamento turco reclamó al Gobierno que revise sus ví­nculos polí­ticos, militares y económicos con Israel.

«Turquí­a, Turquí­a», gritaron los manifestantes en varias capitales árabes esta semana. Durante una sesión en el parlamento kuwaití­ el martes, más de la mitad de los diputados saludó «la posición heroica» de Ankara y, el miércoles, el presidente palestino Mahmud Abas fue interrumpido por aplausos cuando mencionó en un discurso el papel de Turquí­a.

Para Naufal, «este nuevo papel» turco «compensa la debilidad de los regí­menes árabes y constituye al mismo tiempo un equilibrio positivo frente a Irán».

El analista y periodista Abdel Wahab Badrakhan estima que «la polí­tica de Turquí­a constituye un último recurso para la calle árabe, ante la incapacidad de los regí­menes respecto a Israel».

«Turquí­a llena un vací­o importante ya que el papel de Egipto es inexistente, el de Arabia Saudí­ limitado y Siria no puede desempeñar sola un papel», explicó.

Al mismo tiempo, «Turquí­a no sigue el juego de Irán, que también se las da de campeón de los derechos de los palestinos», añade el analista.

Abdel Bari Atwan, propietario del diario Al-Qods al-Arabi publicado en Londres, explica que Turquí­a goza de mejor aceptación que Irán «porque los turcos son sunitas, y no están en confrontación directa con Occidente como Irán».

Además, los turcos presentan a los árabes «cansados de ser tachados de terroristas, un modelo económico, democrático y un islam moderado» que aprecian.

«Por primera vez, los árabes dejan de lado su nacionalismo, y el panislamismo ocupa su lugar», concluye.