En medio de un ?pacto de damas? la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú Tum, accedió a competir por la Presidencia del país de la mano con Encuentro por Guatemala (EG). Menchú y Nineth Montenegro hicieron público el anuncio la noche del 21 de febrero, tras acordar que negociarían las candidaturas a diputados y alcaldes del movimiento Winaq y EG.
Los ojos de la opinión pública internacional se volcaron sobre Guatemala, pues consideraban que el fenómeno boliviano podría repetirse en nuestro país, tal como sucedió con Evo Morales, líder indígena.
Su singular llegada al Tribunal Supremo Electoral, a bordo de un bus urbano para recoger su credencial, la volvió a convertir en el centro de la atención, sin olvidar la fuerza de sus respuestas en los foros presidenciales, además de la intensa búsqueda de su compañero de fórmula.
Al final, los resultados de la elección del 9 de septiembre fueron más desalentadores de lo previsto, pues, aunque las estadísticas la ubicaban en los primeros lugares, a la hora de la verdad, Menchú quedó en quinto lugar.