El pasado domingo 4 de mayo la edición del diario elPeriódico recoge el artículo del periodista Francisco Rodríguez “el día que un crema se tiñó de rojo”, el cual es una detenida y elaborada secuencia de los hechos que concluyeron con la muerte del menor de edad Kevin Díaz.
Dos semanas después de esta publicación y tres después de que Kevin fuera asesinado, el cabecilla de un grupo que se autodenomina U5C y quien al parecer tiene un programa de radio que promueve al equipo de futbol Municipal, Marlon Puente, ha sido ligado a proceso junto a otros supuestos integrantes de esta especie de mara por el homicidio de Kevin, todos bajo los cargos de homicidio.
La violencia y el futbol no son de uso exclusivo de Guatemala y la mezcla de ambos por lo visto tampoco. Durante el año las noticias de la prensa internacional recogen varios y diversos hechos de violencia ligados a los estadios y a las denominadas barras bravas en muchos países. Guatemala por lo visto tiene las propias y el trabajo de Francisco Rodríguez describe y relata a una de ellas, en medio de un día de estadio, en donde al parecer el ir al partido era solo el pretexto para reunirse y exorcizar sus frustraciones causando todo el daño posible a cualquier persona que para su mala fortuna llevara los colores del equipo rival.
El día de los hechos y de conformidad con el artículo en mención, en actos totalmente premeditados, luego de varios intentos por lesionar a otras personas, los valientes gamberros encontraron a su víctima perfecta, un aficionado del Comunicaciones quien en compañía de su novia y hermana se dirigía a presenciar el partido.
Por supuesto, cualquiera puede decir que en Guatemala se muere por mucho menos, las estadísticas y un simple vistazo a los diarios lo pueden confirmar. El tema es que en otros casos parte de los que opinan en redes sociales y se pronuncian en medios de comunicación no defienden a los supuestos asesinos o a quienes incitan a esa violencia, mientras que en el presente caso parece ser que más importa a que equipo apoya cada uno que el hecho de entender que un menor perdió la vida por lo menos importante que puedo imaginar, un partido de futbol.
Es indispensable que en el presente caso la Fiscalía haga una exhaustiva labor y logre probar quién o quiénes segaron la vida de Kevin, si el señor Puente participó como autor material o intelectual debe de ser juzgado y condenado. En Guatemala se muere por muchas causas, el apoyar el deporte no debería de ser una de ellas.