La necesaria depuración de los Partidos Polí­ticos.


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Los recientes hechos, acontecidos alrededor de la elección del Alcalde Municipal del Municipio de San José Pinula, en donde dos aspirantes a dicho cargo, Augusto Ovalle Barrera y Carlos Enrique Dardon Girón fueron asesinados cobarde y vilmente en emboscadas premeditadas, supuestamente bajo instrucciones de otro candidato a la misma Alcaldí­a, Luis Fernando Marroquin Rivera, postulado por el partido Libertad Democrática Renovada, deben hacer recapacitar a los mismos partidos polí­ticos sobre la importancia de filtrar y depurar a las personas que se acercan a dichas entidades, disfrazadas o como reales caciques locales, sobre los cuales los partidos basan sus fortalezas electorales en el interior del paí­s.

Juan Antonio Mazariegos G.

 


Si bien las investigaciones del Ministerio Público y las noticias de prensa ya retratan a Marroquí­n Rivera como un paranoico que llegó a fingir un autoatentado y en esa medida podrí­a pensarse que nos encontramos ante un caso aislado, es innegable que el único filtro que en apariencia tiene la mayorí­a de los partidos polí­ticos para que una persona sea su candidato, es que sea cacique del pueblo y tenga los recursos suficientes para pagar los gastos de campaña y de paso ayudar a muletear la campaña nacional, para Presidente y Diputados del partido que lo postula.
   
       Tan importante es conocer a los financistas de los partidos polí­ticos, como también lo es el que estos filtren a la opinión pública sus requisitos, polí­ticas o métodos para reclutar a sus cuadros de candidatos, ese proceso de transparencia es indispensable también para alejar de los procesos electorales y de los cargos públicos a los personajes del crimen organizado que pretendan hacerse de los cargos públicos y debe de ser un requisito para la inscripción de los partidos polí­ticos como tales.
    En un paí­s como el nuestro, donde no existen partidos polí­ticos basados en ideologí­as, entiendo que todo gira alrededor de la figura del candidato, cualquiera que sea el cargo al que se postule y si cuando revisamos los cuadros altos de los partidos encontramos una galerí­a de dinosaurios hambrientos de poder, eso sí­, con muy pocas y honorables excepciones, da temor siquiera pensar como estarán compuestos los cuadros medios y bajos de esos partidos. Una campaña electoral en Guatemala, es siempre complicada, siempre habrá personas e instituciones tratando de brincarse las trancas como ahora lo vivimos con la postulación inconstitucional de Sandra Torres, lo que quizás no hemos analizado es que al estar enfrascados, autoridades, partidos, candidatos, prensa, opinión pública y demás personas que componemos este paí­s, en esas candidaturas ilegales, es que también distraen estos hechos nuestra atención sobre otros temas que son de igual importancia. Nos enfocamos en el mal mayor y dejamos de lado todos estos pequeños males que se hacen grandes al amparo de que no nos importa que suceda al nivel de una ciudad dormitorio como lo es San José Pinula.
    La depuración de los partidos polí­ticos debe de empezar desde el interior de los mismos, las autoridades electorales deben de contar con los insumos para hacer esa depuración. Hace tanto daño un cacique nacional malo como cincuenta pequeños caciques locales. De una materia prima mala, nunca se obtendrá un producto final de calidad.