La NASA prepara viaje a asteroide


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Ahora que el transbordador espacial ha pasado a la historia, la NASA tiene trabajando a sus mejores mentes para concretar su próxima gran misión: enviar astronautas a un asteroide en menos de 15 años.

Por SETH BORENSTEIN HOUSTON / Agencia AP

Los desafí­os son incontables y superarlos requiere audacia. Algunos veteranos están en desacuerdo y aseguran que regresar a la Luna tendrí­a más sentido. Sin embargo, muchos cerebros de la NASA están emocionados ante la perspectiva de una misión tan novedosa.

Y los directores de la agencia espacial dicen que la sobrevivencia de la civilización podrí­a depender de este proyecto. Un asteroide es una roca espacial gigante que orbita el Sol, al igual que la Tierra, y algún dí­a alguno de ellos podrí­a amenazar al planeta.

Pero enviar personas a un asteroide no será fácil. Es imposible posarse sobre uno porque se rebotarí­a debido a que prácticamente carece de gravedad, y para alcanzarlo podrí­a ser necesario que una nave de la NASA le enviara una especie de arpón.

La agencia espacial piensa en mochilas propulsoras, cuerdas, cuerdas elásticas y redes para permitir a los exploradores flotar justo encima de la superficie mientras están atados a una mininave espacial más pequeña.

Tal nave —una mezcla de un pequeño transbordador de la serie televisiva Star Trek con un explorador submarino provisto de brazos— es necesaria para ponerse a una distancia que permita trabajar en la roca.

Ese vehí­culo espacial deberí­a tener una dimensión suficiente para que los astronautas vivan en él durante una o dos semanas. Estos también necesitarán uno de mayor tamaño para el largo viaje al asteroide, el cual requerirí­a aproximadamente un semestre.

El sistema de propulsión para el espacio profundo no ha sido perfeccionado aún para recorrer tal distancia.

Como los paneles solares tendrí­an el tamaño de un campo de fútbol el complejo de la madre nodriza serí­a bastante grande. La nave tendrí­a que proteger a los viajeros espaciales de letales brotes de rayos solares y rayos cósmicos.

Además, las tripulaciones necesitarí­an una cápsula o tal vez dos para trasladarse entre el complejo del asteroide y la Tierra.