La música como vehículo de esperanza y unión de América Latina por encima de sus dificultades será el mensaje que la batuta del venezolano Gustavo Dudamel, la voz del tenor peruano Juan Diego Flórez y los acordes de la Orquesta sinfónica juvenil Simón Bolívar enviarán el martes en un inédito concierto en Caracas.
«Con nuestra música, el martes vamos a entregar el mensaje de que en nuestro continente hay esperanza, hay felicidad, hay optimismo y solamente estamos en el momento de despertarlo y construir caminos para el futuro», dijo Dudamel a la prensa.
«Nuestra responsabilidad sobre todo se basa en que somos latinoamericanos. Si hubiésemos nacido en Alemania y en Francia no tendríamos la misma responsabilidad. Pertenecemos a países con dificultades», dijo Flórez, una de las principales figuras de la música lírica latinoamericana y quien ha sido comparado con el fallecido tenor italiano Luciano Pavarotti.
«Tenemos la responsabilidad de dar a nuestro país algo para que pueda mejorar. Esa es la responsabilidad más grande», agregó.
Flórez y Dudamel son las «vedettes» del concierto denominado «El Gran Encuentro», que tardó dos años en prepararse y que se realizará el próximo martes en el caraqueño Teatro Teresa Carreño, el más importante complejo artístico de Venezuela.
El tenor peruano, que realiza su primera visita a Venezuela, viajará antes a la ciudad natal de Dudamel, Barquisimeto (oeste), para observar de cerca uno de los módulos del «Sistema de Orquestas Juveniles», una red nacional de 246 centros docentes, donde 250.000 niños y jóvenes, la mayoría de ellos habitantes de barriadas pobres y violentas, forman parte de 600 orquestas.
«La música es el motor y la fuerza del espíritu colectivo y la emoción del pueblo encendida por el arte», dijo el maestro José Antonio Abreu, creador hace 33 años del «Sistema», como se conoce popularmente a este proyecto de orquestas juveniles.
Abreu ha obtenido numerosos reconocimientos, entre ellos el premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2008, por presentar la música como medio para superar la miseria y la exclusión y ofrecer oportunidades de futuro a estos jóvenes en problemas.
Flórez, que ha sembrado un proyecto similar al Sistema en Perú, concuerda en que «la música salva, rescata, hermana» y «ayuda a salir de nuestros problemas».
Dudamel, de 28 años, es sin duda el mejor embajador de este sistema de orquestas en Venezuela.
«Cuando uno se convierte en referencia, tiene que dar más», explicó el actual director de la Philarmónica de la ciudad de Los íngeles.
«Cuando me expresan «yo quisiera ser como tú» (…) es un empuje para hacerlo mejor y ese empuje es mágico, porque nos lleva al martes, a encontrarnos nosotros dos», agregó, refiriéndose a Flórez.
Según el tenor peruano, su papel social es una obligación adicional a la vida cargada de presiones de los músicos, que se someten a «exámenes continuamente ante públicos muy exigentes».
«Me siento no solamente obligado sino contento de poder hacer algo por mi país», subrayó.