La moda se divierte en Milán


La elegancia sin complicaciones y los colores agresivos tomaron las pasarelas de la Semana de la Moda Femenina de Milán con el fin de desterrar la tristeza de la crisis económica con humor y creatividad.


La célebre firma italiana Emporio Armani propuso faldas cortas y las medias a media pierna para dejar al descubierto buena parte de las seductoras extremidades inferiores de las mujeres.

Esas curiosas «medias medias», negras o grises, reinan en la nueva colección, en la que lucen también los zapatos de tacón alto para evitar el efecto colegiala inglesa.

Sorprenden las medias cortas, apenas por encima del tobillo, mientras la planta del pie está cubierta con delicados tules.

Las medias, tanto las cortas como las de redecilla o las opacas, acompañaron también la colección de Kristina Ti y las mini faldas de Blugirl.

La casa Missoni presentó una colección completamente «hippie», con mujeres que detestan el frí­o y adoran todas las prenda imaginables tejidas, lo que resulta una prueba que uno se puede abrigar con elegancia.

Los jersey de Missoni se transformaron en blusas, chaquetas y abrigos, y jugaron con los colores respetando la tradición de la casa, célebre por la combinación de tonos inéditos.

Este año las bufandas son muy largas, algunas tejidas a mano y en muchas ocasiones van acompañadas por otra que sirve para envolver la cabeza hasta convertirse en una capucha.

La diseñadora Angela Missoni se lanzó en experimentos con el paño tweed o con el oro y llegó a confeccionar un pantaloncito en lamé, con hilos brillantes.

La firma Frankie Morello reprodujo, por su parte, una selecta boda sobre las pasarelas milanesas, con un traje rosado resplandeciente, con anchas bandas fuscias y violetas.

Los invitados a la boda, los novios y el fotógrafo bailan como en una pelí­cula y sus trajes se inspiran a los años cincuenta, con moños estilo paquete navideño, adornos como tartas nupciales y monederos que resultan casi joyas.

Las perlas no podí­an faltar en una boda tan sofisticada. En collares, sobre el torso o en los guantes: los adornos de nácar sobresalieron.