La Moda de Nueva York llena de oro y colores flúor


Salvo algunos creadores que ajustaron sus colecciones a la mala época actual, la Semana de la Moda que recientemente finaliza en Nueva York optó, en general, por el oro, los colores flúor y una feminidad provocadora para hacer frente a un nefasto ambiente.


En botas o zapatos con vertiginosos tacones, guantes de piel de pitón por encima del codo, espaldas desnudas y hombros cubiertos de cuero o de zorro plateado, las modelos que presentaron durante ocho dí­as la moda para el otoño-invierno 2009-2010 jamás parecieron mujeres de negocios estresadas.

Las «fashionistas» lucirán en cocktails las creaciones que decenas de diseñadores presentaron en Nueva York, entre ellos Catherine Malandrino, Akiko Ogawa, Michael Kors, Oscar de la Renta, Nanette Lepore, Jason Wu o Narciso Rodrí­guez.

Más deportiva pero no menos exuberante, la presidenta de la Asociación de estilistas estadounidense Diane von Furstenberg optó esta temporada por un nomadismo chic, con vestidos cortos en un terciopelo dorado o estampados de leopardo sobre largos abrigos mongoles, blusones de pelo largo sobre polleras cortas, mucho tejido y superposiciones de colores y estampados audaces, peinando a las modelos con chapkas (gorros tradicionales) con pompones de lana de varios colores.

Donna Karan presentó su colección más acabada de los últimos años, que se llevó la aprobación unánime. Recurriendo al drapeado que tanto quiere, dibujó siluetas triangulares y de largas lí­neas, con hombros acentuados, cinturas afinadas, polleras rectas bajo la rodilla y pantalones sueltos.

Los largos guantes en piel evocan los manguitos, las chaquetas rojas o violetas amenizan los grises y negros dominantes, y la selección de abrigos, ya sean en tweed, ante o pieles, era la más completa de esta «Fashion Week».

Como Marc Jacobs, que eligió ignorar la crisis económica con una colección retro-punk en rosa, amarillo, verde y oro, con hombros cuadrados y polleras holgadas, muchos otros estilistas optaron por el color y sobre todo los dorados.

Así­ el oro se encontró en las fajas de Nanette Lepore, en las mangas y polleras de Michael Kors, o los vestidos con cintura acentuada de Catherine Malandrino.

Si los hombros con volumen de los años 80 están de regreso para las chaquetas, los vestidos que van por debajo son muchas veces sujetados de un solo lado, una asimetrí­a bien jugada por Malandrino donde un bretel lleva la estampa de una mano con guante de estrás.

La primera dama estadounidense Michelle Obama no apareció a pesar de la presencia de los dos creadores de los que recientemente lució sus modelos, Jason Wu y Narciso Rodrí­guez, convertidos súbitamente en estrellas.

Pero una persona cercana, originaria de Chicago y actualmente responsable de las «relaciones mundanas» de la Casa Blanca, Désirée Rogers, fue vista esta semana en varios desfiles.