Fetos en formol, esqueletos, pulmones negros de nicotina, corazones y diversos órganos humanos con tumores y nueve cuerpos disecados fueron exhibidos en Panamá en la muestra «Bodies Revealed», que no dejó indiferente a nadie.
La muestra, que estuvo abierta en un hospital panameño hasta este fin de semana, atrajo durante tres meses a unas 50 mil personas, la mitad de ellas estudiantes.
«Aquí se ha visto de todo», dijo Marjorie Zárate, estudiante de fisioterapia y guía de una exposición de 200 piezas, de las cuales nueve son cuerpos enteros disecados.
Entre las anécdotas, Zárate recuerda, además de los momentos en los que se iba la luz, el día que tumbaron un corazón que se exhibía en una vitrina.
«A una señora se le metió el tacón en la tarima y al hacer fuerza para sacarlo movió la vidriera (en cuyo interior estaba el corazón) y el corazón cayó», relató sonriendo.
En otra ocasión una anciana dijo que lo único malo de la exposición era poner un pulmón con cáncer, ya que «si piensan que van a hacer que la gente reflexione por poner un pulmón enfermo, yo tengo 82 años y he fumado toda mi vida y nunca me ha pasado nada y yo no voy a dejar de fumar por esto», recordó Zárate.
Mientras Zárate tomaba un hígado disecado que junto a un fémur y un pulmón estaban a disposición del público, contó que «hay personas que lo han visto con asco porque piensan que están infectados y como el pulmón tiene cáncer piensan que le van a pegar el cáncer».
Katherine Atencio, estudiante de urgencias médicas y también guía en la muestra, dijo que en esta exposición de cuerpos humanos se aprende más que en la propia Universidad.
«Cuando entramos quedamos sorprendidos ya que nosotros estuvimos estudiando dos años de anatomía y cuando vimos esto todo tan detallado y tan vistoso consideramos que ésta es la mejor Universidad para los estudiantes», dijo Atencio.
Recordó que en una ocasión le impresionó un niño israelí que apenas hablaba español «y cuando le dimos la charla medio en inglés cada vez que decía algo el muchacho sólo decía «guau» de lo sorprendido que estaba».
«Considerando el volumen y la masa crítica de un país como Panamá el número de visitantes ha sido muy satisfactorio», dijo a la AFP David Candanedo, gerente general de la empresa MagicDreams, dueña de la franquicia norteamericana de la exposición en Panamá.
Según Candanedo, la exposición que por primera vez se presentó en América Central y el Caribe, fue visitada por unas 50 mil personas, de ellas 45% estudiantes de primaria y secundaria. El resto fueron principalmente universitarios, científicos y turistas.
Candanedo reconoció que al principio la exhibición estuvo estigmatizada por el morbo, pero Panamá «ha sido uno de los países en los que menos oposición se ha encontrado por el tema religioso» y destacó que los cuerpos «son tratados con toda la dignidad que merecen».
Dijo que este proyecto «es sumamente costoso» por los «varios» cientos de miles de dólares que hay que pagar a la franquicia «tenga o no tenga éxito», además de otros gastos, pero «sacamos bien».
«La mayor parte de los visitantes salieron con la idea de que no hay máquina más perfecta que el cuerpo humano», sentenció Candanedo.