La manzana del amor


Fueron los franceses quienes lo llamaron pomme d»amour, es decir, «manzana del amor». Y puede que lo llamaron así­, porque algunos herbolarios atribuyeron al tomate propiedades afrodisí­acas.


Ahora bien, el tomate no siempre fue bien aceptado, aunque para el siglo XV, tení­a una buena reputación en México, pronto obtuvo mala fama en Europa. Y todo comenzó cuando los botánicos del viejo continente incluyeron la tomatera en la familia de las solanáceas: la misma a la que pertenece la belladona, planta sumamente venenosa. Por otro lado, las hojas de la tomatera despedí­an un fuerte olor, y resultó que eran tóxicas.