La luz del pesimismo


Estamos acostumbrados a ver lo bueno contra lo malo y nos cuesta detectar que cada cosa, persona, evento o circunstancia puede tener ambas caracterí­sticas, que nada es absoluto y que todo es relativo.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

El pesimismo es una forma de pensar, sentir y actuar que es mal vista de manera social, se atribuye a falta de inteligencia emocional y se determina como su consecuencia el aparecimiento de enfermedades ante todo a lo que respecta a la salud mental. En psiquiatrí­a es evaluado como una de las manifestaciones habituales de la depresión.

La gente se niega a escuchar y a relacionarse con quienes son pesimistas, con la idea de que éste puede ser un mal contagioso. A pesar de que es posible que este tipo de conducta aparezca como una manifestación personal en determinado momento de nuestras vidas.

Si buscamos en el diccionario Larousse encontramos la siguiente definición: «Doctrina metafí­sica según la cual el mundo es necesariamente malo y, por consiguiente, todo en la naturaleza y en la vida del hombre tiende a la producción y conservación del mal. Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable».

El pesimismo cuenta con los siguientes similares: desilusión, desesperanza, tristeza, desmoralización, consternación, desesperación, decepción, desconfianza entre otros. Existe la consideración de que estos parecidos son también condenados pero no de igual manera.

Por lo que nos encontramos perdiendo la oportunidad de descifrar el significado que esta conducta nos está trasladando para una mejor comprensión del escenario de la existencia. Frases para reflexionar el tema

* Un pesimista es solamente un optimista bien informado.

* La única esperanza de la humanidad está en los pesimistas.

* El pesimista es un optimista que se cansa de serlo.

* Se optimista y deja el pesimismo para mejores tiempos…

* Mi pesimismo no es si no una variedad de optimismo.

* Un optimista se rí­e para olvidar, un pesimista se ha olvidado de reí­r.

*

Es lógico pensar que los humanos buscamos una opción óptima para la existencia, derivado de ello el optimismo, sin embargo, las circunstancias de vida nos hacen tocar fondo con la realidad; y en determinadas ocasiones ser optimista es conducirse de forma frí­vola y de poca profundidad ante las situaciones adversas que nos acopian. Si en el mundo las condiciones son pésimas ¿por qué no tener derecho a ser pesimista?

Abrir los ojos y comprender lo que pasa en el mundo es una actitud genuina y congruente con la humanidad. Ya que no podemos vivir en el desconocimiento y en el oscurantismo de los males por evitarnos penas. Las situaciones adversas se encuentran ahí­, al conocerlas podemos buscar alternativas de enfrentamiento y solución ya que vendarnos los ojos no es una adecuada medida.

Dentro de los problemas de algunos libros diseñados a dar un aporte a las personas que sufren; es que dan una serie de mandamientos para el buen pensamiento, la buena conducta y con ello frivolizan el dolor y sufrimiento humano. También hacen poco o ningún énfasis en las destrezas que cada persona posee para entender la vida, tomar determinaciones y hacer uso de su propia libertad.

Creo que la idea reflexionada a lo largo de la exposición, no es que nos quedemos con el pesimismo, pero sí­ que tratemos de dilucidarlo, entenderlo y ya con ello los cambios necesarios ante el enfrentamiento de una determinada situación se conducen de forma más comprensiva con la validación de nuestra realidad y nuestro dolor.