No se trata de cualquier tipo de muertes violentas. Son asesinatos con alta dosis de crueldad, que tratan de poner de manifiesto que “alguien†tiene el control, el poder. Así, más de 76 capítulos de descuartizamientos en este año dejan ver la lógica del terror, que tiene alertadas a las autoridades y conmocionada a una sociedad.

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Las investigaciones del Ministerio Público (MP) y de la Policía Nacional Civil (PNC) detallan que los autores intelectuales y materiales de estos hechos, en su mayoría, forman parte de estructuras de pandillas, dirigidas en un nivel superior por grupos del crimen organizado que actúan en momentos específicos.
El centro de operatividad son las colonias donde existe presencia de la Mara 18 y Salvatrucha. Los cuerpos de decenas de mujeres y hombres mutilados permiten identificar las áreas donde las clicas se adueñaron de los territorios y quieren dejar constancia de eso.
Según informes del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), que coinciden con los del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), de enero a septiembre de 2011, se han registrado 76 desmembramientos; 56 pertenecen a hombres y 20 a mujeres.
Investigaciones del Departamento de Delitos contra la Vida de la PNC, indican que aunque el mayor número de muertos han sido hombres, es preocupante la forma como descuartizan a una mujer y el daño que previamente le provocan.
ARGUMENTOS
Un análisis realizado a partir de las fotografías de los hechos e información recopilada con investigadores y familiares de las víctimas, concluye que 8 de cada 10 féminas fueron víctimas de violencia sexual previamente a su descuartizamiento.
En la mayoría de los cuerpos encontrados, de mayo a septiembre, se ha identificado que sus miembros fueron cortados cuando las víctimas aún estaban con vida.
Las últimas imágenes de las jóvenes que murieron de esta forma muestran que su boca quedó abierta, debido a que no soportaron el dolor que sus agresores les causaron. Esta situación que rara vez se observa en los hombres.
En los casos investigados, las autoridades refieren que las características de quienes descuartizan y extorsionan, conforman el último eslabón de la estructura criminal. Algunos son recientes miembros de gavillas que deben alcanzar “el respeto†a través de acciones violentas, pero tienen una clara intención de difundir terror en la sociedad.
Los desmembramientos se practican por la noche; antes, los autores materiales realizan vigilancia y se informan sobre cómo se transporta la víctima, quién la acompaña o si viaja sola, y en qué horarios puede ser captada.
Pero los hallazgos de cadáveres se producen en horas de la mañana, para que la población pueda observar la saña con que se cometen los crímenes.
Maya Alvarado, directora de la Unión Nacional de Mujeres de Guatemala (UNAMG), opina que los argumentos de estas investigaciones evidencian la misoginia a las mujeres.
“Estos hechos que se mencionan denotan el odio extremo a las mujeres, el mensaje es que en esa lógica de odio, el cuerpo de las mujeres no tiene ningún valorâ€, refiere la entrevistada.
La representante de UNAMG, dice que desde el análisis realizado por esta organización, se sabe que estas prácticas forman parte de un ritual satánico, pero también están vinculadas con grupos delictivos más fuertes que podrían operar por otros intereses.
Alvarado considera que no existen problemas psicológicos en quien comete estas acciones, más bien son cuestiones vinculadas a un proceso psicosocial.
“No creemos que pueda ser una enfermedad, lo que sí creemos es que la sociedad está expuesta desde niños y niñas a hechos violentos que se guardan con naturalidad, es un proceso psicosocial más que psicológico, no creemos que estos hechos obedezcan a psicópatasâ€, dice la entrevistada.
CASOS RECIENTES
Melany Sucely Velásquez Barrios y Estephany Paola Martínez García, ambas de 18 años, fueron dos víctimas de la violencia extrema.
Los delincuentes las decapitaron el 24 de mayo y dejaron sus cabezas frente a una fábrica de zapatos, ubicada en la Colonia Lo de Bran, en la zona 6 de Mixco.
Una semana después de los acontecimientos, las investigaciones evidenciaron las intenciones de los criminales que habrían cometido los hechos; un hombre llamó a la madre de una de las víctimas para chantajearla con dinero a cambio de devolverle el cuerpo, que hasta hoy no aparece.
El delincuente pidió Q50 mil a la mujer, pero cómo ella rompía en llanto cada vez que recibía las llamadas, una mujer retomó la comunicación para pedirle que “cooperaraâ€.
Una de las cámaras instaladas en la zapatería captó el momento en que dos mujeres que viajaban en un taxi de Villa Nueva dejaron las dos cabezas en un maletín.
Una inspección realizada en una localidad de Mixco, en donde se conoce de la planificación de extorsiones y otro tipo de crímenes –monitoreados mediante intervención de llamadas– evidencia que la clica responsable del doble crimen es Little Psycho Criminal, de la pandilla 18.
Otro hecho similar se documentó el 23 de septiembre. La víctima fue Jehimy Soraya Hernández Recinos, de 14 años, encontrada desmembrada en la 4ª. avenida y 50 calle, en la entrada contigua al bulevar Cenma, en la zona 12 capitalina.
Los restos de la víctima fueron encontrados en un maletín con la ropa que vestía al momento de su desaparición. Al igual que el caso de Melany y Stephany, una persona arrojó las partes del cuerpo desde un taxi y se dio la fuga.
Un día antes de esta muerte –el 22 de septiembre pasado– fueron encontrados los restos de Damaris Saraí Galicia Tzul, de 14 años; una niña que fue desmembrada y cuyos restos fueron abandonados en diferentes calles y avenidas de Villalobos I y II. A la víctima le sustrajeron el corazón y a propósito lo dejaron cerca de sus restos.
Se cree que la estructura responsable de este crimen, fue la clica “Solo para Locosâ€, de la Mara 18; los cortes del cuerpo de la víctima fueron realizados con cuchillos de carnicero.
Según las pesquisas, las fallecidas en el bulevar Cenma y en Villalobos, no están relacionados; se trata de situaciones diferentes.
Maya Alvarado
UNAMG
VíCTIMAS IDENTIFICADAS
Las autoridades identificaron a Jehimy Soraya Hernández Recinos, de 14 años, quien fue encontrada descuartizada el 23 de septiembre, en la entrada al bulevar Cenma, en la 50 calle y 4ª. avenida de la zona 12. En las evidencias se encontró un casquillo y una ojiva de 9 milímetros, aparentemente ella no estudiaba ni trabajaba.
Damaris Saraí Galicia Tzul, de 16 años, fue reconocida por sus familiares el 22 de septiembre, en las colonias Villa Lobos I y II. La madre de la niña, Anabella Tzul, la reconoció por la vestimenta. La jovencita trabajó en una cafetería hace algunos meses, únicamente cursó cuarto primaria.
Rosario Nataly Hernández Marroquín, de 16 años, fue una de las víctimas desmembradas el 15 de septiembre, su cuerpo apareció bajo el Puente Belice, junto a otra jovencita de aproximadamente 18 años, quien aún no es identificada. Las autoridades aún no conocen más detalles de este caso.
Melany Sucely Velásquez Barrios y Estephany Paola Martínez García, ambas de 18 años, fueron identificadas por sus familiares, el 24 de mayo, cuando sus cabezas aparecieron frente a una fábrica de zapatos en la colonia Lo de Bran, zona 6 de Mixco. Ambas jóvenes regresaban de recibir cursos de belleza en la zona 7, cuando fueron emboscadas por una estructura conformada por hombres y mujeres.
Leyma Naomi Quezada Torres, de 16 años, estudiante de 3ero., básico fue desmembrada y sus restos fueron desperdigados en las paradas del Transurbano, en diferentes colonias de la zona 18. La jovencita vivía en la colonia El Limón, regresaba de estudiar de un centro educativo cuando fue captada por sus victimarios, el pasado 3 de mayo.
¿EN CAMPAí‘A ELECTORAL?
Si bien se registraron muertes violentas, en el inicio del proceso de la campaña electoral se identificó que el sadismo disminuyó en las muertes violentas: Las prácticas más ofensivas dejaron de utilizarse por los sicarios.
Dos semanas antes de las elecciones generales, en septiembre pasado, se disparó la violencia en el transporte público; y luego de la primera vuelta electoral aumentaron los desmembramientos y muertes violentas contra mujeres.
Cynthia Fernández, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies) no descarta que estas prácticas puedan buscar auge durante este tiempo, donde existe mayor interés por evidenciar los problemas de seguridad.
“Todas las posibilidades convergen y en este caso es un año difícil, el tema electoral ha marcado de una manera importante los acontecimientos que han ocurrido en la esfera pública del Estado, este sobre todo podría ser la razón o el argumento, estamos en un año electoral, estamos a punto de definir el manejo de la Cartera de Gobernación en los próximos cuatro años, entonces los mensajes en ese sentido han sido más expresosâ€, dice Fernández.