La locura y la enfermedad


ana-cristina-morales-modenesi

Ante la locura existen una serie de supersticiones y misticismos. Aún existen médicos, profesionales de la salud que no están convencidos de que se encuentren abordando problemas médicos ante su aparición. Lo cual dificulta ayudar a las personas que tienen locura o aun otro tipo de desorden psiquiátrico.

Dra. Ana Cristina Morales


Aclarando algunos ítems:1) no todos los desórdenes psiquiátricos son locura; 2) no todos los locos están locos; 3) Las personas con mayores problemas en su salud mental es posible que nunca se acerquen a un psicólogo o a un psiquiatra; 4) el ir a consulta al psiquiatra no siempre indica que la persona está enferma emocionalmente, sino puede ser un indicador de una buena salud al buscar un profesional que le ayude a analizarse y a buscar su crecimiento personal; 5) muchas personas que acuden al médico para abordar su salud física están realmente enfrentando problemas emocionales.

En días cercanos he tenido uno de los reconocimientos más importantes que me ha realizado un paciente. Me dijo “gracias por no tratarme como un loco más”.  Cuando uno se enamora de su trabajo, este tipo de detalles son específicamente los que le ayudan a realimentarse y convertir su profesión en más humana.  No todas las personas sentimos y pensamos de la misma manera y en el trabajo de psiquiatra y psicoterapia esto ha de estar siempre presente al abordar a cada persona quien nos consulta.

 Por ejemplo, alguien con un diagnóstico psiquiátrico de tratamiento crónico como lo es la esquizofrenia y la bipolaridad.  También pueden tener problemas médicos de otra índole, pero en ocasiones por la estigmatización de estos desórdenes, pasan desapercibidos y no son escuchadas las dolencias actuales.  Un dolor abdominal, seguro que puede ser de índole psicológica, pero también puede ser una apendicitis, colecistitis, infección urinaria entre otras enfermedades a mencionar.

La psiquiatría y los desórdenes mentales acompañados con sus quejas y malestares.  Parece no tener mucho interés para la persona que los padece, para sus familiares y al parecer, tampoco para el personal de salud que aborda los problemas de médicos generales, especialistas y personal de enfermería. Lo que no se mira de manera palpable y no puede ser sometido a exámenes de laboratorio de rutina con un fin diagnóstico, pude ser considerado o interpretado como inexistente.

Además, mucha gente que trabaja en el área de salud tiene también problemas en su salud mental y eso ayuda a la prevalencia de ideas de rechazo y animadversión para los problemas de salud mental.

Hace no muchas horas tuve una conversación con un honorable profesional de la medicina que aún sostiene que las enfermedades mentales son producto de la ausencia de Dios.  Cada vez que me encuentro con este tipo de situación, me da frustración y enojo, pero ante todo preocupación por mis pacientes que están siendo satanizados, posiblemente  mal entendidos o desatendidos.

Humanos fervientes de la fe de Dios pueden cursar con enfermedades mentales, así como los no creyentes.  La fe en la vida es de suma importancia y creo que esta tiene que ser vista a distintos niveles que se relacionan unos con otros. La fe en uno mismo, la fe en los demás y la fe en nuestro sistema de creencias, sea cual sea éste.

Desestigmatizar la psiquiatría también consiste en enfrentar nuestros propios miedos y debilidades. En estar conscientes que a cualquiera nos pueden ocurrir síntomas de una enfermedad psiquiátrica.  Y que por ello no somos personas débiles ni carentes de fe.  Si nos da una leucemia u otro tipo de cáncer o, incluso, una apendicitis nadie está pensando en nuestra ausencia de Dios en la vida.  Si no, se le pide a Dios que ayude a mejorar y a recobrar nuestra salud.

Pero se ha llegado a dilucidar que son aspectos psicológicos, biológicos, sociales y económicos factores determinantes en el desarrollo de cualquier tipo de enfermedad y eso no excluye a la enfermedad mental.  Que el abordar dificultades o enfermedades correspondientes al psiquismo puede contribuir al trabajo preventivo en la aparición de enfermedades físicas tales como diabetes, asma bronquial, enfermedad cardíaca entre muchas otras más.  Además, disminuyen la severidad de los síntomas de estas enfermedades consideradas de manera total,  como físicas u orgánicas.