El recorrido de la llama olímpica en su primera etapa por Asia comenzó hoy en Pakistán, reducido a un estadio de Islamabad bajo fuertes medidas de seguridad, que las autoridades justificaron en el peligro de atentados islamistas.
El presidente paquistaní Pervez Musharraf y el primer ministro Yusaf Raza Gilani dejaron de lado sus diferencias políticas y alzaron juntos la antorcha cuando estuvo encendida, antes de entregarla al ex capitán de hockey Samiullah.
Musharraf y Gilani llegaron en una flota de limusinas Mercedes blindados, flanqueadas por vehículos Landcruiser con ametralladoras en el techo.
«Es un gran honor para Pakistán, y su capital Islamabad, estar incluidas en el relevo de la antorcha para las Olimpíadas de Pekín», afirmó el presidente de la Asociación Olímpica Paquistaní, Arif Hassan, en un discurso.
El ex astro de squash Jahangir Khan encenderá la caldera al finalizar el relevo, en el cual participarán unas 60 personas, según fuentes paquistaníes.
Pakistán quiere proteger a China, su principal aliado, de nuevos problemas provocados por los manifestantes favorables a Tíbet y los defensores de los derechos humanos que perturbaron algunas escalas de su periplo mundial, como Londres, París y San Francisco.
En Pakistán se ha registrado una ola de atentados suicidas atribuidos a Al Qaida y a militantes talibanes que mataron a más de mil personas en el último año.
El plan original consistía en llevar la antorcha desde el edificio presidencial de mármol blanco y a lo largo del principal bulevar de Islamabad, pero ahora todo el acontecimiento se desarrollará a puertas cerradas en el estadio.
Contingentes del ejército, tropas paramilitares y comandos de elite de la policía custodiaban la llama cuando llegó al estadio Jinnah.
Fuentes oficiales indicaron que no había amenazas específicas, pero que había un severo dispositivo de seguridad debido a la presencia de separatistas musulmanes de la región de Xinjiang (noroeste) en las zonas tribales paquistaníes, en la frontera con Afganistán.
El lunes, Musharraf condenó las manifestaciones pro Tíbet del inicio de la gira de la llama olímpica.
Pakistán y China son aliados políticos, militares y comerciales. Sin embargo, el año pasado se registraron dos ataques contra empleados chinos en Pakistán.
La esperanza de China de obtener prestigio internacional al enviar a la antorcha olímpica a través de 135 ciudades de cinco continentes, antes de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en Pekín, el 8 de agosto, disminuyó considerablemente.
Las primeras etapas, en Londres y París, se vieron ensombrecidas por manifestaciones contra la represión china de las protestas en Tíbet, y la tercera etapa, en San Francisco, fue abreviada considerablemente y vista relativamente por poca gente.
Funcionarios dijeron hoy que la policía australiana recibió poderes adicionales para asegurarse de que no habrá violencia cuando llegue la llama olímpica, mientras que Hong Kong anunció que había cambiado la ruta de la antorcha por su territorio.
Antes de Mascate, las etapas de Buenos Aires y Dar es Salaam se realizaron con escasos incidentes.
La próxima escala de la llama olímpica será Nueva Delhi, el sábado.
El ex número uno de squash Jahangir Khan, el deportista local más admirado de Pakistán, deseó hoy que el paso de la llama olímpica por Islamabad anime a los jóvenes del país a practicar deporte, en un país que no cuenta actualmente con ningún gran campeón.
«La llegada de la llama olímpica a Pakistán es una ocasión histórica y espero que la juventud de nuestro país y los responsables gubernamentales se inspiren en este prestigioso honor para elevar el nivel de nuestras disciplinas, que van decayendo», declaró.
«Quiero pedir al nuevo primer ministro que tome medidas estrictas para detener esta caída», apuntó.
El ex jugador de squash, cuyo palmarés incluye un récord de diez títulos en el Open de Gran Bretaña entre 1982 y 1991, fue el relevista estrella hoy en el paso del fuego olímpico por Pakistán.
Desde su cargo como presidente de la Federación Internacional de Squash, Jahangir Khan trabajará para la inclusión del squash en el programa olímpico, un objetivo que le llevará a hacer campaña en los Juegos Olímpicos de Pekín.