La riqueza de un país se mide por el incremento en la producción que hay en este. ¿De qué sirve tanto dinero si no hay en que gastarlo, no es cierto? El dinero es solamente un medio de intercambio. Ahora bien, el crecimiento económico solamente puede existir cuando hay libertad económica; esto es: derecho a la propiedad privada, impuestos bajos, sistemas legal imparcial, en fin, reducción del mercantilismo.
Es cierto que los gobiernos son necesarios, pero solamente cuando cumplen las funciones por las cuales fueron creados en primer lugar: brindar seguridad y justicia (proporcionadas pésimamente en el país). Son totalmente innecesarios para todo lo demás. Su intervención genera, en síntesis, todo lo contrario: coerción, robo… EMPOBRECIMIENTO. Históricamente está comprobado que la libertad económica está relacionada con el crecimiento económico. Así pues, para que Guatemala produzca y por ende crezca es fundamental tener LIBERTAD económica.
Igualdad Económica, ¿la solución?
Muchos piensan que para que Guatemala salga de la pobreza se necesita de la igualdad económica (diferente a igualdad de derechos). Primero hay que mencionar que lo que hace que un país se desarrolle es la diversidad que existe en él, debido a que esa diversidad es la que hace que las personas cooperen entre sí, es decir, que haya producción. Las personas, en el fondo, no desean la igualdad; su objetivo es alcanzar una posición económica mejor que la de sus iguales, no igual a la de sus desiguales.
No quieren ser iguales sino diferentes a los demás. Cuando nos damos cuenta de esto es que aceptamos que no queremos la igualdad sino que queremos una distinción. Y es que lo que realmente queremos es que no haya pobreza; y es que esta jamás se corregirá imponiendo igualdades sino que se corrige teniendo libertad, es decir, que no haya intervención del Gobierno.