La ladrona de libros


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Esta semana se estrena en Guatemala la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Markus Zusak que desarrolla la historia de Liesel Meminger, una pequeña que en medio de los horrores del nazismo roba libros para hacer un poco más fácil la vida a un amigo judío que debe permanecer escondido por la coyuntura en que vive.

Juan Antonio Mazariegos G.


Si bien la novela se remonta a otra época y otros hechos, al parecer la pequeña Liesel estuvo ayer de paso por Guatemala y se adelantó al estreno de la película, cuando se robó varias de las garantías que se encuentran resguardadas en nuestra Constitución. De esa cuenta ayer no existía la libertad de locomoción, la libertad de industria, comercio y trabajo y de seguridad. Y simplemente, ante la inexistencia de esas garantías constitucionales, piquetes de maestros en distintos puntos del país tomaron por asalto rutas y calles a efecto de dejar inmovilizado al país como medida de presión para que el Congreso de la República aprobara la ampliación presupuestaria que por Q1,500 millones demandaba ese gremio. El trabajo de Liesel lamentablemente no terminó allí y de paso se llevó el artículo 2 y el 183 de nuestra Constitución y lamentablemente ni el Presidente de la República ni sus Ministros encontraron la forma de entender que debían de atender los deberes del Estado y que el Presidente tiene la obligación Constitucional de hacer cumplir la Constitución y las leyes y, como no sabían que hacer, ninguna autoridad garantizo a la mayoría de los guatemaltecos las garantías que por razón de su cargo deben de facilitarles. En fin, ajena al daño que realizaba, Liesel como corolario a sus fechorías se pasó llevando la Ley Orgánica del Presupuesto y el Congreso no pudo percatarse que toda la trama montada para forzar a que se realizara una ampliación presupuestaria terminó con la ampliación de un presupuesto que ya había sido limitado a ser uno similar al del año recién pasado, dada la inaprobación del que pretendía el Gobierno de la República para el presente año. Al concluir el día y acabada la jornada de protestas el país se encontraba ya comprometido a buscar cómo se pagará la ampliación presupuestaria, pues en una enorme amnesia colectiva, a todos los involucrados se les olvidó que ni siquiera se tuvo la capacidad de cumplir con la recaudación de los ingresos necesarios para cubrir el presupuesto que el año pasado tuvimos y que correspondía también a este periodo.

    En la novela de Zusak la trama se monta alrededor de una idea de superación y solidaridad, en la novela de Guatemala la trama se monta alrededor de los intereses que mueven a cada uno de los involucrados, con la idea, imagino, de que este país aguanta con todo. Ojala no se equivoquen, mientras tanto, tal vez podamos pedir un último favor a Liesel y que le lleve a su amigo Max los calendarios de los años 2014 y 2015 para que así cuando menos quede la esperanza de que algo puede cambiar en un futuro.