La izquierda en El Salvador: ¿Se corre el péndulo hacia la derecha en C.A.?


El 1 de junio del presente se cumple un año en que Mauricio Funes asumiera la Presidencia de El Salvador, postulado por el izquierdista Frente Farabundo Martí­ para la Liberación Nacional -FMLN. Algunos analistas dicen que el péndulo ideológico de Centroamérica viene en retorno hacia la derecha, pero viendo el caso salvadoreño ¿esta afirmación tiene fundamentos?

Juan Pablo Ozaeta

Observando el accionar polí­tico de Funes en el Gobierno, quizás muchos puedan decir que en efecto, incluso en El Salvador, hay posiciones más «moderadas» o con caracterí­sticas más hacia la derecha, como la posición ílvaro Colom y Mauricio Funes, de reconocer el gobierno de Porfirio Lobo, electo en Honduras por el Gobierno de Facto de aquel paí­s. Esta medida tuvo incluso la felicitación de ílvaro Uribe, uno de los presidentes de posiciones más conservadoras que tiene América Latina, expresada principalmente por la relación polí­tica-militar con Estados Unidos.

Llamó mucho la atención que durante la movilización del dí­a de la clase trabajadora en El Salvador, los movimientos sociales y en particular las bases del FMLN criticaron a Funes, el presidente que su partido postuló, por no cumplir sus promesas de campaña. Incluso habí­a pancartas en que le acusan de «traidor». Una de las medidas más criticadas por sectores sociales y del FMLN, es la decisión de Funes de poner al Ejército al frente de la seguridad ciudadana del paí­s.

Sin embargo, esta situación que se observa en El Salvador, más que calificarse de un corrimiento hacia la derecha, se debe analizar con un sentido de proceso, y verse desde lo que al parecer tiene proyectado la dirección del FMLN.

El partido de la ex guerrilla salvadoreña participó en marzo de 2004 en las elecciones presidenciales, postulando a uno de los lí­deres históricos de su movimiento revolucionario, llamado Shafick Handal. En aquella ocasión, también se consideró la posibilidad de postular a Mauricio Funes, por la simpatí­a que tení­a en la sociedad salvadoreña, gracias a su labor en medios de comunicación, como periodista crí­tico del gobierno.

Handal fue derrotado por Antonio Saca, del derechista partido Alianza Republicana Nacionalista -ARENA-, el cual llegó a cumplir veinte años en el poder.

Para el siguiente proceso electoral, en 2009, la dirección lanza a Mauricio Funes en una coalición con un movimiento de la sociedad civil denominado «Amigos de Mauricio», y exponen que el principal objetivo de esta alianza será «sacar a la derecha del Gobierno».

De manera que la dirección del Frente, sabí­a que corrí­a un riesgo de no implementar las medidas gubernamentales que se planteaban, con una figura ajena a su movimiento. Sin embargo, el objetivo de derrotar a la derecha se cumplió.

En El Salvador, como en Guatemala, no existe la reelección, y el Frente difí­cilmente la promoverá para consolidar a Funes. Más bien su nuevo objetivo es llevar a un lí­der de la dirección del partido a la cabeza del Ejecutivo.

Ahora tiene la ventaja de que la ARENA se ha dividido en dos partes. Luego de expulsado de sus filas el ex presidente Saca, se conformó una nueva agrupación, denominada GANA, con los aliados al ex mandatario. Y no es tanto una coincidencia ese nombre con la de un partido polí­tico guatemalteco. El partido fundado por í“scar Berger, coincide también con los colores del logo, pero también existe una relación empresarial, y estudios señalan que Berger y Saca se apoyaron financieramente en sus respectivas campañas.

Ahora, el reto del FMLN es mantener la simpatí­a del electorado que lo apoyó, y posiblemente lo logre desmarcándose como lo viene haciendo, de la figura del presidente. De ser así­, lo que se podrí­a presentarse es un gradual proceso de radicalización del proceso polí­tico del FMLN.

De manera que el péndulo no tiene una dirección definida en Centroamérica.