Este equipo de Gobierno que dentro de un año entregará el poder a quien «supuestamente» resulte electo; se ha significado por ser un «gobierno de empresarios» que ordeñan al Estado en su propio beneficio; es decir, que llegaron a ejercer el poder que les dio el pueblo para orientar sus actividades a la ejecución de obras por empresas fantasmas y algunas ONG´s que se prestan para «lavar» el dinero oficial.
En realidad, produce náusea leer con frecuencia en los matutinos las desagradables noticias que muestran los diferentes tipos de corrupción que utilizan actuales funcionarios para «huevearse» el dinero de las arcas nacionales que es el dinero del pueblo.
En los últimos 11 años de gobierno, hemos visto la pobreza moral de personas que se hacen llamar empresarios neoliberales, y funcionarios al servicio del Estado, a quienes se les confió el cuidado y administración de bienes nacionales y traicionaron la confianza en ellos depositada, para descubrirse ante la sociedad como viles ladrones utilizando los recursos del Estado para fines personales (Guatel, Indeca, Aviateca, Fegua, Caminos, Correos y Telégrafos) y otras de cuyos nombres no quiero ni acordarme.
Entre los casos mas relevantes del «ordeñamiento» al Estado podemos señalar el inmisericorde desfalco al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social IGSS; las quiebras de los bancos de Comercio, Bancafé, Promotor, Metropolitano, Empresarial y otros, cuyos funcionarios fueron en su tiempo ejemplo de liderazgo, honradez, honestidad y decencia, para luego descubrirse como hampones al estilo de Al Capone; viviendo en calidad de fugitivos en Estados Unidos, Panamá, México, Republica Dominicana y Suecia.
En el caso de las quiebras bancarias, el pueblo de GUATEMALA asume la responsabilidad de estos mal nacidos ladrones por medio del FOPA, y en el caso de los desfalcos a instituciones del Estado, con ex funcionarios detenidos purgando condenas, PERO SIN DEVOLVER EL DINERO «HUEVEADO» lo que equivale a un negocio redondo de prisión temporal por dinero.
La contratación de empresas extranjeras para administrar obras realizadas por el Estado, recibiendo a cambio sólo migajas de las ganancias; Lí‰ASE MARHNOS (autopista Palín ? Escuintla) y de seguro cuando el aeropuerto esté terminado de remodelar, será concesionado a la iniciativa privada quien se encargará de los servicios imponiendo precios exorbitantes por su uso.
Los guatemaltecos estamos viendo un proceso orquestado de «desaparición» del Estado por el ordeñamiento y hueveo a que ha sido y es sometido por parte de los funcionarios neoliberales ladrones; otros pobretones traidores que ya quisieran postularse como candidatos en la próxima contienda electoral, así como reelegirse y copar el poder local para imponer en sus feudos la «colombianización»; y seguramente habrá miles de miles de guatemaltecos que aún voten por ellos como una muestra de «malinchismo» guatemalteco.