Violencia extrema, feminicidios, alto índice de asesinatos en general y, sobre todo, poca efectividad para procesar a supuestos criminales en el sistema de justicia, hizo que la organización defensora de los derechos humanos de cobertura mundial, Human Rights Watch (HRW), señalara a Guatemala como uno de los países peor calificados dentro de su informe anual, presentado hoy en Nueva York.
mcordero@lahora.com.gt
De acuerdo con el HRW, en Guatemala aún persisten los efectos de la guerra interna. Tras una década, refiere el informe, la impunidad es la regla y no la excepción, refiere el informe, el cual dedican una sección especial dentro del documento presentado hoy, pues existe una preocupación por parte de esa institución debido a la conflictividad presente en el país.
Como hechos comprobables, el informe de HRW ejemplifica con que de las 626 matanzas documentadas durante el conflicto armado interno, únicamente dos han llegado a instancias en los tribunales de justicia en Guatemala.
También refieren como dato las cifras oficiales proporcionadas por la Policía Nacional Civil, de que el año pasado hubo 5 mil 885 personas asesinadas, lo cual representa la cifra más alta de delitos mortales ocurridos en tiempos de paz.
Esta preocupación coincide con la pronunciada ayer por el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), en donde refieren en su informe sobre la violencia en los cuatro años del gobierno de í“scar Berger, en donde mencionan que en ese lapso hubo 11 mil 483 asesinatos presentados por los medios de comunicación masivos; es decir, que no son las cifras oficiales, sino que únicamente los casos que trascienden a través de los periódicos hacia la gente.
Por tales razones, la HRW manifiesta tajantemente que la delincuencia común «es un problema crónico» en el país, en palabras textuales de la misma institución.
Impunidad reinante
El informe del HRW refiere que de los asesinatos perpetrados en Guatemala, únicamente el 6 por ciento de éstos son esclarecidos en tribunales. Aun peor, refiere el informe, es cuando se trata de un feminicidio o infanticidio, pues el índice de éxito para que llegue a sentencia final en Tribunales es del 3 por ciento.
A este respecto ya se había pronunciado el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), quien previo a iniciarse en el cargo, había manifestado en una entrevista que sólo el 2 por ciento de los delitos en el país se esclarece, o lo que es más impactante, como él lo refirió en esa oportunidad, el 98 por ciento de los crímenes queda impune.
El informe del HRW refiere que «los continuos casos de intimidación amenazan con hacer retroceder el pequeño progreso conseguido para promover la responsabilidad en los últimos años».
De esa forma, las «débiles y corruptas instituciones judiciales se han mostrado incapaces de contener a los poderosos grupos del crimen organizado», denuncia con cierta dureza HRW.
A ello se suma la falta de formación tanto de jueces como de investigadores y la poca colaboración del ejército y la policía, muchos de cuyos hombres están acusados de participar en la denominada «limpieza social» y en los «grupos clandestinos», responsables de la violencia contra los defensores de los derechos humanos.
En estos casos de indefensión, no es raro ver que los ciudadanos tomen justicia por mano propia con linchamientos públicos: más de 40 casos se reportaron entre enero y agosto del año pasado.