La impotencia del FMI


Dominique Strauss-Kahn, director del FMI, durante una presentación en la cumbre de la APEC en Singapur. FOTO LA HORA: AFP TORU YAMANAKA

El Fondo Monetario Internacional (FMI), encargado desde hace más de 60 años de coordinar el sistema monetario mundial, se muestra impotente frente al desorden actual, donde prima un dólar que inspira cada vez más desconfianza.


Las miradas están centradas en el Fondo, única institución con legitimidad para proponer un nuevo sistema.

Después de China, que habí­a llamado en marzo a implementar una nueva moneda de reserva mundial, Rusia estima que hay que repensar el estatuto del dólar.

Por su parte, el presidente francés Nicolás Sarkozy pide «un mundo plurimonetario», mientras que los aliados de Estados Unidos, como Japón y Alemania, consideran que el sistema actual es el mejor adaptado hasta que se pruebe lo contrario.

Cerca de dos tercios de las reservas de divisas de los Estados son respaldadas en dólares, cifra que tendió a crecer con la crisis mundial y 90%% de las transacciones del mercado de cambios consisten en vender o comprar dólares.

En el debate entre sus Estados miembros, el FMI no tomó posición. Juega un papel de observador, apuntando a los paí­ses del G20 los problemas de la subvaluación del yuan chino y del uso del dólar como apoyo del «carry trade», la especulación que consiste en tomar crédito en una moneda de bajo interés para arbitrar tasas con otra de mayor rendimiento.

Al igual que nada pudo decir cuando el presidente estadounidense Richard Nixon puso fin en 1971 al sistema del patrón oro y las paridades fijas, el FMI no tiene poder para imponer un sistema más equilibrado.

Un veredicto severo llegó desde dentro de la entidad.

Según un informe publicado el miércoles y firmado por tres de sus economistas, cuyo punto de vista «no debe ser atribuido al FMI», el mundo vive con un «no sistema» monetario que, «pese a su relativa estabilidad», presenta grandes debilidades.

Como el mundo entero quiere dólares, o al menos compra activos financieros en dólares, el hecho de endeudarse es completamente natural, admiten los tres autores.

Los problemas provienen de la proporción desmesurada que alcanzó la deuda estadounidense, del desmoronamiento del dólar frente a las monedas de paí­ses emergentes y por ello de la caí­da del valor de las reservas.

La cotización del dólar refleja actualmente «su valor internacional más débil desde 1967» y «es seguramente posible» que «en breve pueda caer aún más», dijo el ex economista jefe del FMI Simon Johnson al diario The New York Times.

Pero para un paí­s que quiere diversificar sus haberes, las opciones son pocas. El euro, el yen, la libra, el yuan no son muy atractivos. El oro está disponible en cantidades limitadas.

Finalmente, los derechos especiales de giro (DEG), una unidad monetaria creada por el FMI en 1969 cuyo valor fluctúa en función de la cotización de cuatro divisas, tienen el inconveniente de no comprar prácticamente más que… dólares.

«Reemplazar el papel del dólar estadounidense por los DEG, algo interesante para considerar, en mi opinión no se concretará en los próximos dos dí­as», explicó el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, a fines de octubre en Oslo.

Los tres economistas del FMI encuentran de su lado que lo más realista es buscar todaví­a convencer a los paí­ses de dejar de acumular montañas de reservas, automáticamente en dólares.

LATINOAMí‰RICA Baja genera problemas


La depreciación del dólar «va a ser el problema hoy en dí­a en las economí­as latinoamericanas», indicó ayer en Singapur la viceministra de Finanzas chilena, Marí­a Olivia Recart, al referirse al debate actual a nivel mundial sobre el valor del billete verde.

«Esto es un problema mundial y hay una alerta mundial sobre la apreciación de las monedas y la depreciación del dólar», afirmó Recart, presente en una reunión de ministros de Finanzas del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pací­fico (APEC) previa a la cumbre de lí­deres del fin de semana.

Según la viceministra, los fundamentos de las economí­as latinoamericanas están en general «bastante saneados», lo que hace que la región enfrente más bien problemas externos, como la depreciación del dólar.

Entre los «dos o tres riegos que quedan» sobre la economí­a latinoamericana, Recart enumeró el tema del «endeudamiento y el desempleo» y la «confianza empresarial», vinculada a su entender con «la apreciación de las monedas».

«Hoy en dí­a las economí­as exportadoras con monedas apreciadas, como ya ha pasado por periodos, llevan a que la confianza empresarial baje y de nuevo vuelva un poco este pánico de la crisis», explicó.

«Estamos atentos al problema que lo tiene Chile y lo tiene Brasil, que es la apreciación de la moneda», agregó.

El dólar ha perdido cerca del 15% de su valor frente a la canasta compuesta por las otras seis grandes divisas mundiales (entre ellas el euro, la libra y el yen) desde principios de año, y también se ha depreciado ante monedas de Asia y América Latina.

En Brasil, por ejemplo, el real ha avanzado un 35,42% en lo que va de 2009. En 2008, habí­a tenido una pérdida de 23,17% ante la moneda estadounidense.

En Chile, si bien el tipo de cambio real «está en su promedio» teniendo en cuenta los niveles de mediados de los años 90, «hay una situación de alerta, de preocupación en el sector privado chileno que exporta», admitió Recart.

Ante esta situación, la viceministra destacó «la conciencia de Estados Unidos sobre el rol que el dólar juega en las economí­as internacionales».

«Van a hacer todo lo posible por alinearlo», aseguró, luego de que el secretario estadounidense del Tesoro, Tim Geithner, insistiese el jueves en Singapur en la importancia de un dólar fuerte.

La actual debilidad del dólar norteamericano y la rigidez del yuan chino dieron lugar a tensiones el jueves en el seno de la APEC, en medio de la necesidad de consolidar la frágil reactivación tras la peor recesión mundial desde 1930.

En ese sentido, los ministros de Finanzas de la APEC pidieron una mayor flexibilidad cambiaria, un modo diplomático de exigir que China permita una apreciación del yuan ante el dólar, según una declaración.