La importancia de tramitar un antejuicio


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El derecho de antejuicio es la garantía que la Constitución Política de la República o leyes específicas otorgan a los dignatarios y funcionarios públicos de no ser detenidos ni sometidos a procedimiento penal ante los órganos jurisdiccionales correspondientes, sin que previamente exista declaratoria de autoridad competente que dé lugar a formación de causa, de conformidad con las disposiciones establecidas en la ley.

Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt


Y ahora que el Presidente, con razón, dice que solo un grupo reducido (el 8% de la población) es el que se preocupa de la corrupción, sería conveniente que con tanto motivo, con tanto pícaro en este gobierno (al igual que en todos los anteriores) y con tanta riqueza creada o aumentada de forma insultante, se tramitara un antejuicio contra algún funcionario para mandar un mensaje fuerte y claro que no solo es la percepción de unos pocos, sino la realidad que vivimos.

El sábado 11 de mayo del año en curso y después de unas declaraciones de Roxana Baldetti, quien al ser consultada respecto a su patrimonio y el incremento de su riqueza dijo que para quienes estuvieran interesados en fiscalizar, su declaración de probidad había sido entregada a la Contraloría General de Cuentas (CGC) y “si alguien la pedía, ahí estaba”,  aquí en La Hora publicamos un reportaje en el que se hacía constar que las declaraciones patrimoniales del Presidente, la Vicepresidenta y los Ministros de Estado son negadas por la tapadera de los grandes negocios, la CGC.

Hace unos días el Presidente dice que él apoya el hecho de que los guatemaltecos podamos conocer el patrimonio que tienen, pero como eso no sucederá, ojalá nuestras autoridades puedan solicitar los estados patrimoniales de los funcionarios.

Sería importante que los gobernantes puedan explicarnos cómo es que hacen para vivir como millonarios de la política y lo mismo debe ocurrir con nuestros contratistas, algunos que de forma burda y descarada y otros que, a través de negocios bien estructurados y tráfico de influencias, se hartan de millones sin que nadie diga ni pío.

Es conveniente que sepamos cómo es que nuestros políticos adquieren helicópteros, aviones, casas lujosas, casas de vacación (algunas incluso regaladas en plena campaña electoral como le pasó a los actuales mandatarios). Claro que las casas no estarán a su nombre, las naves matriculadas a nombre de alguien más o fuera del país, pero eso hará más interesante cómo defenderán el uso y como se defenderán de un enriquecimiento ilícito o testaferrato.

Argumentarán que tienen “empresas exitosas” pero bastaría con ir a ver sus declaraciones fiscales para botar tal argumento, además que la IVE debe empezar a hacer su chance. Combatir la corrupción es un tema de voluntad y ahora que el comisionado Iván Velásquez arribó a Guatemala, ojalá fije ésta como su meta más importante, porque al juzgar su pasado, parece que el colombiano entiende que sin entrarle a la corruptela jamás se podrá hablar de desmantelar los poderes paralelos que tienen secuestrado al país, comprometiendo su desarrollo.

Con la maquinaria que tienen los mafiosos  que se materializa en el Estado Paralelo que también hemos denunciado eternamente aquí en La Hora, los funcionarios probablemente lograrían que un antejuicio en su contra no prospere, pero al menos a los guatemaltecos nos daría esperanza que tenemos entes investigadores que desean entrarle de lleno al tema de la corrupción y nos comprometerían a cerrar filas a su alrededor.

Tiene razón el Presidente cuando dice que aquí en Guatemala el parte es sin novedad en torno a la corrupción, pero por eso necesitamos autoridades que nos hagan abrir los ojos para darnos cuenta que la corrupción es algo que ha estado y estará ahí siempre y que debemos erradicar porque es un crimen de lesa humanidad que mata y roba las oportunidades de los más necesitados y de todo un país, que por su gente indiferente y a veces cómplice, nunca saldrá adelante.

Ojalá, las autoridades (MP o CICIG) nos enseñen la ruta y tramiten un antejuicio en contra de alguno de los tantos pícaros que tiene este país, para luego seguir con tanto depredador que ya dejó el poder, sin olvidar  a los especiales contratistas.