Es un icono de la ciudad. La fachada está enmarcada por dos torres amplias y bajas, que para efectos de estructura sirven de contrafuertes. Complementan el decorado ocho nichos donde descansan diversos santos, además de una imagen de la Virgen de la Merced que domina la vista del atrio. Este templo nace por los esfuerzos de la Orden Mercedaria, la cual es de las más antiguas del continente americano. De hecho, llegó a América en los primeros viajes provenientes de España en pleno proceso de colonización.