Pérdidas de vidas humanas, así­ como de cosechas e inversiones fue el resultado del fenómeno atmosférico «El Niño», que produjo una época seca más larga de lo normal, todo ello acontecido principalmente en el denominado «Corredor Seco», pero el problema lejos de solucionarse al parecer apenas empieza.

La crisis de desnutrición en los departamentos de El Progreso, Zacapa, Chiquimula, Jalapa, Jutiapa, Santa Rosa y Baja Verapaz, que componen el denominado «Corredor Seco», fue contrarrestada con la distribución de alimentos donados por paí­ses amigos de Guatemala, sin embargo, según un estudio realizado por la ONG Acción Contra el Hambre (ACH), nuestro paí­s se encuentra en riesgo de una nueva crisis nutricional.

Según un informe de esta entidad, el problema de la falta de alimentos podrí­a extenderse a toda la población durante las primeras semanas de 2010, pues se tiene previsto que esta sea la época en que se haga evidente la pérdida de cosechas al agotarse las reservas alimenticias del paí­s.

Además, según un estudio internacional, Guatemala se encuentra en el puesto uno entre los paí­ses con mayor í­ndice de desnutrición en todo el continente americano, superando a los paí­ses de Honduras y Haití­.

Pero el problema de la desnutrición no es actual, pues, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, entre 1960 y 2000, se reportó el deceso de medio millón de niños y niñas debido a factores relacionados con la desnutrición.

Por otro lado, la cosecha del maí­z blanco, principal grano en la dieta de los guatemaltecos, se vio afectada en un 10%%, lo que provocará obtener 2 millones 870 mil quintales menos de lo esperado, esto según un informe del Ministerio de Agricultura, Ganaderí­a y Alimentación (MAGA).

Sin embargo, el MAGA se encuentra optimista ante el hecho de que se calcula un alza de 10%% en la producción de granos, esto con respecto a la obtenida en 2008. Además, la institución espera obtener un aumento significativo para el próximo año.

PARA FRENAR LA CRISIS

Durante las primeras acciones que se realizaron, el Programa Mundial de Alimentos (PAM), hizo entrega de 20 toneladas de galletas nutritivas en 164 comunidades afectadas por la hambruna.

Por su parte, el Gobierno guatemalteco tení­a previsto destinar $ 7,4 millones a la compra de alimentos además de promover ante la comunidad internacional el desembolso de mayores recursos para enfrentar la emergencia.

La última ayuda fue proporcionada por Italia, quién donó al Estado guatemalteco $80 mil, dinero que será utilizado para financiar un proyecto que pretende evitar la muerte de por lo menos mil niños menores de cinco años y que sufren desnutrición aguda.

Según lo indica el comunicado que se publicó al respecto, con este aporte se realizará la compra de equipo antroprométrico, antibióticos, zinc, micronutrientes, hierro, ácido fólico, desparasitantes y alimento terapéutico.

Otro aporte fue realizado en el mes de septiembre cuando la Comisión Europea (CE), lanzó un programa con el cual se buscaba ayudar en el combate a la desnutrición. En esa oportunidad fueron $15 millones los que se aportaron al Gobierno guatemalteco.

Este proyecto inició a planificarse desde 2008 con el objetivo de minimizar el impacto de la crisis económica mundial, sin embargo, fue oportuno para enfrentar el problema nutricional que se hizo mayormente visible durante los primeros meses de este año.

Los recursos que fueron donados por la CE forman parte de los mil millones de euros que esta entidad tiene destinados para apoyar proyectos productivos en 25 paí­ses.