La guerra de las piñatas


Usualmente, en los últimos años, la piñaterí­a se ha volcado a crear diseños con los personajes infantiles de moda. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Desde hace varios meses, personajes como Buzz Lightyear, El Hombre Araña o Batman están metidos en lí­os en México.

Redacción La Hora
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Hello Kitty, una gata japonesa vigente desde hace tres décadas, es una de las que más conflictos de autorí­a presenta. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Sus imágenes se cuentan entre las favoritas para fabricar piñatas, objetos artesanales elaborados con papel de colores que se usan con frecuencia en fiestas infantiles y religiosas.

Pero ahora su popularidad les acarrea problemas. Sus fabricantes enfrentan a la policí­a mexicana, que ha confiscado toneladas de mercancí­a por violar derechos de propiedad intelectual.

Es la guerra de las piñatas, que no parece tener un fin próximo. Mientras a los niños les gusten estos personajes seguirán apareciendo en todos los festejos, dicen algunos piñateros, como se conoce a quienes elaboran estos objetos.

«La piñatas son una tradición como de cien años. Si van a decomisarlas también tendrí­an que hacerlo con las velitas de cumpleaños, las playeras o las alcancí­as», dice Iván Camacho, comerciante del mercado de Tlalpan, al sur de Ciudad de México.

¿PIRATERíA?

El conflicto alcanzó escala internacional.

Recientemente la Oficina de Aduanas y Operación Fronteriza de Estados Unidos confiscó más de mil piñatas en Laredo, Texas, porque estaban hechas con imágenes de personajes protegidos con marcas registradas.

De acuerdo con la Oficina, los fabricantes debieron pagar el derecho de utilizar a personajes como Belle, Buzz Lightyear o Hello Kitty, pues no pueden ser reproducidos sin permiso.

Es el mismo argumento para las confiscaciones realizadas en varias ciudades mexicanas, como el Distrito Federal, Guadalajara o Morelia.

Los artesanos no están de acuerdo. Las piñatas, dicen, no son reproducciones exactas sino una caricatura de los personajes. Por lo tanto, no puede decirse que plagian las imágenes.

«Los caricaturistas no pagan derechos por usar a la gente, nosotros también caricaturizamos a los personajes», dice el comerciante Javier Flores.

Sin embargo, de acuerdo con las leyes de Propiedad Industrial y Federal de Derecho de Autor, la reproducción de imágenes registradas no puede realizarse sin permiso del propietario de la marca.

SIN DENUNCIA

Representantes en México de empresas dueñas de algunos personajes, como Marvel, han dicho a medios locales que no existe una denuncia legal por la fabricación de piñatas con sus personajes.

Pero la confiscación de mercancí­a prevalece, sobre todo a partir de una reciente enmienda legal autorizada por el Senado, que obliga a las autoridades a sancionar la fabricación de piraterí­a sin necesidad de denuncia previa.

Así­, el panorama para los piñateros se complica, pues ahora existe una sanción de hasta cinco años de cárcel a quienes vendan o elaboren productos que violen derechos de autor.

El comerciante Flores critica la enmienda.

«Está mal, hacen las leyes sin consultar a la gente ni ver cómo le afecta. No está claro cómo vamos a hacerle, pero además las piñatas son artesaní­as, no discos o pelí­culas pirata».