Los chadianos están «indignados» por el caso del Arca de Zoé, declaró en España el ministro chadiano de Turismo, Ibrahim Ahmed Koulamallah, según el cual «la gente cree que en ífrica está todo permitido», en una entrevista al diario El País.
«Mi pueblo está realmente indignado. Los occidentales han sido los que supuestamente han venido a darnos clases de derecho, los que nos enseñaron los derechos humanos. Y ahora vienen a nuestro país a violar esos derechos humanos», declaró Ibrahim Ahmed Koulamallah.
Dieciséis europeos y dos chadianos fueron inculpados el lunes por la noche y seguían detenidos este miércoles por haber intentado trasladar a Francia 103 niños de la región fronteriza entre Chad y Sudán, presentándolos como huérfanos de la región de Darfur (oeste de Sudán).
Nueve franceses –miembros de la asociación francesa El Arca de Zoé y tres periodistas– fueron inculpados en Abeché, principal ciudad del este de Chad, por «secuestro de menores».
Los siete españoles de la tripulación del avión que iba a llevar a los niños a Francia y dos chadianos también están acusados de cómplices, además de un belga.
La causa del asunto es «la pobreza. Todo el mundo cree que Africa es pobre y todos se aprovechan, aunque vengan diciendo que llegan con asistencia humanitaria», según el ministro.
El ministro participaba en Córdoba (sur) en una conferencia internacional sobre el turismo y la religión organizada por la Organización Mundial del Turismo (OMT).
«Es muy grave. Se les iba a cambiar de cultura, de religión, de familia, de todo. Si realmente quieren ayudar, no hace falta llevarse a los niños. Pueden hacerlo teniéndolos en nuestro país y ayudándonos», añadió.