«Nadie se explica la fuerza del mar ni cómo este tremendo barco pudo llegar a la entrada de Coliumo», dice el capitán del «Aguila Real II», de 60 toneladas, un barco que un tsunami arrastró cinco kilómetros tierra adentro y dejó en un campo, al lado de la carretera.
Desde el 27 de febrero, cuando el tsunami que arrasó la costa sur de Chile la dejó varada, el capitán de pesca César Peña, de 48 años, cuida su embarcación para evitar que se la saqueen.
«Avanzó 5 km desde el fondeo de la Bahía de Coliumo hasta este campo», dice, mientras recuerda que la embarcación, de 12 años de servicio, estaba lista para salir a pescar ese sábado cuando un terremoto de magnitud 8,8 estremeció la zona poco después de las 3 y media de la madrugada, seguido por el maremoto.
En la caleta Coliumo, ubicada a unos 450 km al sur de Santiago, no hubo muertos. Los lugareños dicen saber cómo se comporta el mar ante un sismo de gran magnitud.
«Durante el terremoto no podíamos mantenernos en pie, era una fuerza que nunca había sentido antes. Mi mamá dijo al tiro (de inmediato) que se venía un maremoto… y así fue», recuerda.
Peña dormía en la cercana ciudad de Tomé y después de unas horas se dirigió por una ruta interior a Coliumo a ver qué había pasado con su barco. Su sorpresa fue enorme cuando lo encontró al lado de la carretera, bien lejos del mar.
Desde afuera se veía intacto, aunque inspeccionándolo luego Peña detectó un deterioro en la estructura. El capitán calcula los daños en 30 millones de pesos (unos 57.000 dólares) y un año para repararlo.
«Desde entonces, todos vienen a puro mirar. A veces hay filas de autos con gente sacándole foto por diversión y no piensan que esto es una tragedia para mí», cuenta Peña a la AFP.
«Â¿Se imagina si yo cobrara por foto?, con ese dinero podría estar pagando la forma de sacar mi barco de estos matorrales», dice.
La ola del maremoto entró sin piedad por los planos campos de la zona, arrastrando desde la Bahía de Coliumo 5 km tierra adentro al «íguila Real II», nombre que se lee en la proa.
El recorrido del mar significó la devastación de casas, animales, sembrados y vegetación, la que por efecto de la sal se quemó.
Durante días Peña esperó que las autoridades lo ayudaran a llevar su embarcación al mar pero ante la evidencia de que eso no pasaría, en los últimos días le ha pedido a familiares y amigos que lo ayuden a desarmar algunas partes de la embarcación para quitarle peso y organizar un posible traslado.
«Por el camino se ve cómo pasan las camionetas de las autoridades pero sólo sacan fotos y se van. No son capaces de preguntarme cómo estoy, si necesito ayuda o cómo pienso sacar el barco de aquí», deplora.
«En estos momentos estoy sin trabajo, entonces le pido a las autoridades que me ayuden con el traslado», exige el capitán Peña, quien trabaja hace 32 años como pescador.
Un sismo de 6,2 grados en la escala de Richter sacudió hoy el norte de Chile, causando alarma en la población, que según las autoridades no dejó víctimas o daños materiales, mientras que la Marina descartó emitir una alerta de tsunami.
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, el epicentro del sismo se sitúa 76 km al sur de la ciudad de Copiapó (800 km al norte de Santiago).
«Las características del sismo no reúnen las condiciones para generar un tsunami en las costas de Chile», informó el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Marina (SHOA).
«Al momento no se han reportado desgracias personales ni daños materiales por este movimiento telúrico», detalló por su parte la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) en un comunicado.
El movimiento telúrico impulsó a decenas de habitantes a activar los planes de evacuación de oficinas y colegios. Debido al sismo, se activaron algunas alarmas de automóviles y empresas, según reportes de prensa.
Padres de familia acudieron a los colegios a buscar a sus niños y, en el puerto de Caldera, las autoridades iniciaron un plan de evacuación de manera preventiva ante los temores de tsunami, informó Radio Cooperativa.
Este sismo se registra a casi un mes del terremoto de magnitud 8,8 grados y el tsunami que golpeó a Chile el 27 de febrero, que deja hasta el momento 452 muertos confirmados y casi un centenar de desaparecidos, además de casi 30.000 millones de dólares en daños.