Hace unos días la Selección Nacional de Futbol ha vuelto a quedar a un paso de la eliminación en una ronda preliminar de una Copa del Mundo. Esta es la 14a. vez que Guatemala intenta clasificar y en ninguna lo ha logrado. El futbol es un bonito y entretenido deporte para quienes gustamos de él. En Guatemala, como casi todo, se ha comercializado y nunca faltan los multimillonarios patrocinadores de la selección y de la Fedefut que siempre intentan llenar de esperanza a la población de que por fin se llegará al Mundial. La Fedefut también recibe partidas millonarias del presupuesto del Estado para pagar exhorbitantes salarios a sus directivos, a los entrenadores, cuerpo técnico y jugadores, además de otorgarles numerosos privilegios como vehículos, casas, celulares, viajes y otras cosas más. Ese dinero si se ha venido tirando a la basura, porque siempre se hace la misma alharaca y nunca se logra el objetivo mundialista. Además de que se continúa con una administración futbolística arcaica y patrimonialista, no se invierte dinero en la formación y el impulso de nuevos talentos. Se apuesta una y otra vez por los mismos jugadores y entrenadores que han tenido varios fracasos previos. Así, pasaremos otros 50 años llenándonos de ilusiones, pero nunca iremos al Mundial. Mejor apoyen a la selección de Futbol Sala, que ya tuvo una participación aceptable sin tanta publicidad y dinero.