La entidad brasileña cerrará sus equipos de fútbol sala y fútbol femenino para poder costear el salario del joven talento brasileño.
El día que el Santos decidió pelear por la continuidad de Neymar, pretendido con insistencia por Real Madrid y Barcelona, el club brasileño asumió que, para mantenerle en la entidad, debía realizar un importante esfuerzo económico. Y así lo hizo. Tentó a Neymar con un salario estratosférico: 15 millones de euros (según fuentes no oficiales y sumando patrocinios) y no reparó en como conseguiría tal cantidad económica.
Al cuadrar cuentas, el Santos se ha percatado de que no hay tanto dinero suficiente en la caja y, ante tal situación, se ha visto obligado a tomar medidas drásticas: cerrará sus equipos de fútbol femenino (fundado en 2009) y fútbol sala (2011).
«Si no cierras las cuentas, vuelves al endeudamiento y al riesgo de acabar en el descenso», ha explicado el presidente del Santos, Luis ílvaro de Oliveira Ribeiro. «Mantener a Neymar fue un gesto de enorme osadía pero tiene un coste», ha sentenciado el mandatario.