La fiesta de los Reyes Magos


Adoración de los Magos. Detalle de vitral  del Siglo XV, al sur de Alemania. FOTO LA HORA: archivo

Los Reyes Magos es el nombre por el que tradicionalmente se denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acuden desde paí­ses extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra. En muchos paí­ses, los tres Reyes traen los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifaní­a.

Redacción Cultural
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Representación de la llegada de los Reyes Magos realizada en México. FOTO LA HORA: archivoPintura de Boyat sobre  los Reyes Magos en la iglesia de Sant`Apollinare Nuovo en Ravenna. FOTO LA HORA: archivoAdoración de los Reyes Magos. Galerí­a Nacional de Arte de Washington, DC. FOTO LA HORA: Alexander R. Pruss.Ahedo de Butrón, Merindades, Burgos (Francia), tí­mpano con un altorrelieve de la Adoración de los Reyes Magos. FOTO LA HORA: archivoUn hombre disfrazado de uno de los Reyes Magos Man dressed distribuye dulces a los residentes de Manila en Filipinas. FOTO LA HORA:  AFP Jay DIRECTO

La figura de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos de dichos relatos fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo Testamento de la Biblia.

Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bí­blica que menciona a unos magos (aunque no especifica el número ni el tí­tulo de «reyes») quienes, tras seguir una estrella, buscan al «Rey de los Judí­os que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.

Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia, sin embargo, les asignan nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar, posiblemente sacerdotes zoroastristas provenientes de Persia. Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca. Según posteriores interpretaciones los Magos fueron considerados originarios de ífrica, Europa, y de Asia respectivamente.

La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (celebérrimamente conocida como La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén. Allí­ buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así­, poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que querí­a era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes).

La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los tres reyes magos y les advirtió del peligro que corrí­a Jesús si ellos obedecí­an el deseo de Herodes. Así­ pues, no volvieron por el mismo sitio. Parece ser que, sólo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traí­an. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran dos, cuatro, siete y hasta doce.

La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Ví­rgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar…

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbologí­a: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigí¼edad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, ífrica y Europa).

La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios apócrifos. Según la tradición esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes procedí­an del lugar donde se encontraba el Preste Juan.

Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba. Allí­ fueron bautizados y consagrados obispos. Después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia. Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que propició que en 1248 se iniciara la construcción de la catedral de Colonia, que llevarí­a más de 600 años terminarla. Hoy dí­a es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido junto con Roma y Santiago de Compostela en uno de los grandes centros de peregrinación. Igualmente, existen leyendas que hablan de un cuarto rey mago .

CURIOSIDADES ¿Cuántos magos eran?


Según las diversas tradiciones de los Reyes Magos, el número de ellos varí­a; así­ se puede encontrar los siguientes reyes magos:

Tres reyes magos: Sumado a la leyenda extensamente difundida por la Iglesia católica de que los llamados «reyes magos» fueron tres, lo cual se desprende del hecho de que fueron tres los regalos otorgados por los magos al niño Jesús. Incluso se les han asignado los nombres de «Melchor», «Gaspar» y «Baltasar», que supuestamente equivalen en griego a «Appellicon», «Amerí­n» y «Damascón» y en hebreo a «Magalath», «Galgalath» y «Serakin». Según una leyenda, sus restos se encuentran en la Catedral de Colonia, Alemania, donde se encuentra el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos.

Cuatro reyes magos: Otras leyendas, indican que además de los tres reyes magos nombrados anteriormente, habí­a un cuarto rey mago, el cual en algunas leyendas se le da el nombre Artabán. Este rey mago tampoco tiene fundamento bí­blico.

Doce reyes magos: Los armenios suponen que fueron 12, por lo que les asignan doce nombres diferentes. Estos nombres tampoco se mencionan en la Biblia.

Los Reyes Magos, son conocidos también como los Santos Reyes.