La explotación minera que la firma canadiense GoldCorp realiza en San Marcos a través de su subsidiaria, la empresa Montana, literalmente se encuentra en el ojo del huracán luego que un estudio de la Universidad de Michigan reveló la presencia de metales pesados en la sangre y orina de personas que viven cerca de la mina de oro Marlin.
Asimismo, el pasado fin de semana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), instó al Gobierno de Guatemala a detener los trabajos de la extracción de oro, que estarían afectando a 18 comunidades indígenas. Reiteradamente los pobladores han denunciado que la explotación minera produce contaminación ambiental.
La CIDH otorgó medidas cautelares a las referidas comunidades, y señaló que Guatemala debe detener las operaciones de la minera, mientras se investigan a fondo las denuncias.
La empresa Montana logró la concesión en 2003 por un período de 25 años, pero los habitantes argumentan que nunca se les consultó. El Convenio 169 de la OIT, Organización Internacional del Trabajo, que reconoce el derecho de los pueblos indígenas a un consentimiento libre, previo e informado, fue ignorado y violado.
El diario Prensa Libre de Guatemala informó en su edición del pasado domingo, que un informe de evaluación de derechos humanos que realizó la consultora independiente Common Ground Consultants por encargo de los inversionistas de la compañía propietaria de la mina, revela graves deficiencias en el proyecto.
Una de las conclusiones es que la mina ha violado el derecho al agua en algunas áreas, no ha recopilado información sobre los usuarios de esta y los recursos acuíferos. Según la versión periodística, la empresa «no ha respetado los derechos humanos de las comunidades afectadas, al no realizar las diligencias debidas y determinar el impacto potencial negativo social y cultural de la minería».
Las organizaciones ambientales han expresado su preocupación sobre los problemas de la minería de oro a cielo abierto, que utiliza el cianuro, altamente tóxico, y consume una gran cantidad de agua. Un estudio de FIAN, la organización internacional dedicada al derecho a la alimentación, con sede en Alemania, y de Misereor, entidad alemana de Obispos Católicos para la cooperación en el Desarrollo, puntualiza que «El cianuro ha sido el agente primario usado por la industria minera en la producción del oro; y por eso, en todos los países donde las empresas emplean esta tecnología, se tiene mucho miedo de las descargas de grandes cantidades de la solución de cianuro, por accidente como pasó en Rumania en el 2000».
Guatemala debería revisar su política minera pues es muy lesiva a los intereses nacionales.