La esperanza de los migrantes pasa por la voluntad de los congresistas americanos


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El anuncio del inicio de la discusión de una reforma migratoria tras la presentación de un plan bipartidista del Senado de Estados Unidos enciende las luces de que pronto podría abrirse el camino a la ciudadanía para 11 millones de indocumentados que residen en ese país, incluyendo connacionales guatemaltecos; aunque con ciertos parámetros a tomar en cuenta se deja por delante un largo y difícil camino por recorrer de acuerdo con activistas pro migrantes.

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POR REGINA PÉREZ
rperez@lahora.com.gt

La semana pasada un grupo bipartidista del Senado, compuesto de ocho senadores –cuatro  republicanos y cuatro demócratas–, dieron a conocer sus principios para una reforma migratoria integral.

El anuncio fue reforzado el día siguiente cuando el presidente Barack Obama ofreció un discurso en la escuela Del Sol High School, en Las Vegas, Nevada, en el que se refirió a que había llegado el momento de debatir sobre una reforma migratoria integral y dijo que “la buena noticia es que, por primera vez en muchos años, los republicanos y los demócratas parecen estar listos para hacerle frente al problema juntos”.

Obama agregó que “por esta vez, se requiere que haya acción, no podemos permitir que la reforma migratoria se estanque en un debate infinito (…) para agilizar el proceso hoy estoy exponiendo mis ideas para la reforma migratoria y mi esperanza es que esto les provea ciertos indicadores clave a los miembros del Congreso a redactar un proyecto de ley”.

El Presidente reconoció que habrá un debate riguroso sobre muchos detalles y todo interesado “debe participar en un verdadero intercambio de concesiones en el proceso”; también agregó que si el Congreso no puede ir adelante de manera oportuna: “Yo enviaré un proyecto de ley basado en mi propuesta e insistiré que voten sobre éste de inmediato”.

Fabiola, una inmigrante guatemalteca que vive en el estado de Texas y que cruzó de manera irregular la frontera hace 12 años, dijo a La Hora que considera sobre la reforma que “está bien que por fin estén de acuerdo con hacer algo así, ya que es algo que todos esperamos desde hace tiempo, aunque nos cobren multa por haber permanecido acá, estamos dispuestos a pagarla si con eso podemos trabajar tranquilos”.

Fabiola tiene tres hijos que nacieron allá pero vive con el temor constante de ser deportada a Guatemala y además no tiene trabajo.

Si se concreta la reforma migratoria, asegura que sí trabajaría porque así estaría segura de que le pagarían “lo justo” y valdría la pena que dejara a sus hijos unas horas con su papá, que es el único que por el momento sostiene a su familia.

LA PROPUESTA
La propuesta de los senadores está compuesta de cuatro pilares fundamentales; crear un camino a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados que ya viven en Estados Unidos y reforzar la seguridad fronteriza; la reforma del sistema de inmigración ilegal que incluya la concesión de tarjetas de residencia “Green cards” a los inmigrantes que se gradúen de maestrías, doctorados y otros títulos de educación avanzada en Ciencia, Matemáticas, Tecnología o Ingeniería en alguna universidad estadounidense.

También crear un sistema de verificación eficaz en el mercado laboral, para garantizar que los empleadores no contraten a inmigrantes sin documentos y permitir el ingreso de más trabajadores poco calificados en el país, para puestos que los estadounidenses no pueden o no quieren ocupar.

Los senadores demócratas detrás del plan son Chuck Schumer, de Nueva York; Dick Durbin, de Illinois; Robert Menéndez, de Nueva Jersey y Michael Bennet, de Colorado; los republicanos son John McCain, de Arizona; Lindsey Graham, de Carolina del Sur; Marco Rubio, de Florida y Jeff Flake, de Arizona.

Según la Casa Blanca, la propuesta de reforma de inmigración del presidente Barack Obama incluye estos principios clave: continuar con el fortalecimiento de la seguridad en las fronteras; acabar con empleadores que contratan trabajadores indocumentados, un camino a ganarse la ciudadanía y la optimización de la inmigración legal.

DEBATE EN GUATEMALA
Elisabel Enríquez, de la Mesa Nacional para las Migraciones (Menamig), señala que tanto la propuesta bipartidista como el proyecto que propone el presidente Obama abren el camino para lograr la ciudadanía, uno de los anhelos de millones de migrantes indocumentados; sin embargo, las propuestas tienen requisitos que ya se esperaban, como las multas o la revisión del estatus sobre si la persona ha cometido alguna infracción, lo que pone en riesgo a varios guatemaltecos.

Enríquez considera que esta situación también abre la puerta para que se discuta en Guatemala las implicaciones de una reforma migratoria, ya que no puede esperarse que cambien las reglas en Estados Unidos sin un compromiso de los países de origen de mejorar la situación de sus connacionales.

De acuerdo con Enríquez “no es que la ciudadanía se vaya a lograr mañana, sino que es un largo camino el que se va a recorrer”.

Amílcar Vásquez, de la Pastoral de Movilidad Humana, indicó que vislumbra que este año avanzará el debate de la reforma en que puede haber cierto consenso entre republicanos y demócratas, ya que las diferencias entre ambos partidos ha sido uno de los obstáculos para que avance la discusión.

Vásquez indicó que esta vez existe la intención de captar el voto latino para las próximas elecciones del Congreso por parte de los representantes de la Cámara Baja; estos son dos motivos muy importantes, por lo cual los republicanos y demócratas van a tratar de impulsar la reforma, porque ya se convencieron que el voto latino es importante y es el que le ha dado el segundo mandato al presidente Obama.

Álvaro Caballeros, también integrante de MENAMIG, indicó que el anuncio de los senadores envía un mensaje de que el tema será abordado; seguramente se irá cristalizando este año y el próximo, ya que el proceso implica el debate en el Senado, la aprobación de la cámara baja y alta; “no es algo que se aprobará de la noche a la mañana”, aclaró.

Habrá que ver cómo reaccionan los senadores y republicanos, estos últimos con una ideología más conservadora y el Tea Party, que probablemente se sienta defraudado por esta alianza; “va a ser difícil la negociación y es un tema que generará mucho debate”, indicó.

Según Caballeros, Estados Unidos ya no puede postergar la reforma migratoria porque no es posible vivir sin la fuerza de trabajo que representan los 11 millones de migrantes indocumentados que aportan a diversas áreas de trabajo de ese país.

MAYOR CONTROL
Enríquez señala que no se descarta que se incrementen las recomendaciones para evitar la migración sin papeles, debido a que en la propuesta se menciona sobre el reforzamiento de la seguridad nacional en las fronteras; “estamos hablando de mayores controles fronterizos, no se descarta la continuidad del muro y mayor vigilancia por la patrulla fronteriza y uso de la tecnología”.

“Por ejemplo, ellos dicen que están en primera línea aquellos migrantes que han cometido alguna falta o que tienen más de tres faltas, ya sea por manejar bajo efectos de alcohol o sin licencia de conducir o las personas que han reingresado varias veces después de ser deportadas, quienes son catalogadas como un riesgo a la seguridad nacional; ese tipo de situaciones puede incrementar las deportaciones”, dijo la entrevistada.

Vásquez señaló que la reforma migratoria será todo un proceso que tendrá sus bondades y sus restricciones; va a tener una “vía justa pero dura”, como lo denominan, en la cual se procedería a la regularización de los migrantes que sería un paso previo para la ciudadanía. 

Pero todo ello tiene que pasar por todo un “viacrucis” de regularización, en donde se les hará un chequeo del sistema de seguridad nacional, la exigencia de impuestos no pagados, exigencia de antecedentes penales y otros requisitos, señala el activista promigrante; “quienes tienen la necesidad se someterán a esta investigación”, agregó.

A lo que se refiere Vásquez es al pilar de “un camino a ganarse la ciudadanía” que propone la creación de un estatus legal no provisional, que se refiere a que los inmigrantes indocumentados deben presentarse y registrarse, someter datos biométricos, pasar revisiones de antecedentes penales y de seguridad nacional y pagar aranceles y sanciones antes de poder ser elegibles para estatus legal de provisional; esto según la propuesta de reforma de inmigración del presidente Obama que discute puntos similares al del grupo bipartidista.

Las personas deben esperar hasta que se pongan al día los atrasos existentes en el procesamiento de la inmigración ilegal antes de poder anotarse para aplicar a la residencia permanente legal, es decir, la tarjeta de residencia, y a la larga, la ciudadanía estadounidense.

Caballeros señala que la regularización tendrá muchas restricciones, ya que “no es un premio” para las personas que entraron de manera irregular a ese país; va a ser un proceso de ciudadanía y eso implica mucho más tiempo y requisitos, habrá que ver cuál es el desenlace, anotó.

ANTES QUE TPS
El presidente Otto Pérez afirmó recientemente que el gobierno guatemalteco le dará prioridad a la reforma migratoria antes que al Estatus de Protección Temporal (TPS), tema que pasaría a segundo plano; la reforma abarcaría a más personas y sería una solución definitiva, dijo el mandatario.

De acuerdo con Pérez, Guatemala mostrará de inmediato su apoyo a la reforma migratoria. El canciller Fernando Carrera viajará a Estados Unidos donde buscará reunirse con senadores y autoridades de gobierno.

Claudia López, investigadora del Instituto de Investigaciones y Gerencia Política (INGEP), de la Universidad Rafael Landívar considera que la decisión del mandatario de apoyar la reforma migratoria antes que el TPS es acertada; “como país debemos apostar más a una reforma integral que traería más beneficios que el TPS”.

“Seguir apostando al TPS podría restar recursos en términos de cabildeo político, que no es barato”, señaló López, quien agregó que cabildear por la reforma también tendrá sus costos.

“Si nosotros pedimos únicamente el TPS les vedaríamos a muchos guatemaltecos que no solo tengan un estatus temporal sino que puedan optar a residencias que no tienen temporalidad y más tarde la ciudadanía”, dijo López.

Según López, “el gobierno debe apostar a la reforma que debe incluir el tipo de migraciones que tienen los guatemaltecos, que es una migración joven, con bajos niveles de educación, que entraron al país de manera irregular; es lo que hay que priorizar como país”. 

Sobre el difícil camino para la ciudadanía, la investigadora señaló que hay que tener claro que no implementarán una política de puertas abiertas; lo que van a implementar es la regularización de migrantes y esto tendrá que ver con la concepción del tipo de ciudadano que ellos quieran tener.

Guatemala debe tratar que se incluya a los migrantes en esa visión y que no se criminalice a personas que no llenen ciertos requisitos; por ejemplo que haya entrado sin documentos, ya que hay migrantes que entraron con VISA pero se les venció y se quedaron.

La mayoría de migrantes guatemaltecos entran de manera irregular, eso puede generar una criminalización, eso es lo que el país debe evitar que suceda, advirtió López.

No obstante, líderes migrantes han sostenido que es de suma importancia que la diplomacia guatemalteca insista en la petición y concesión del TPS para los migrantes chapines en virtud que no esperan una reforma aprobada con celeridad y además esgrimen que en caso los intereses políticos obstruyan el avance de la misma, los guatemaltecos aún tienen alternativas vía el TPS.

Según el senador de Nueva York, el proyecto de reforma migratoria presentada por los senadores republicanos y demócratas espera ser aprobado por el Comité Judicial en marzo y aprobado por ambas cámaras a finales del verano.

El presidente Barack Obama señaló que espera una reforma migratoria “antes de fin de año” y pidió a los republicanos su colaboración para la redacción de un proyecto de ley. 

“Está bien que por fin estén de acuerdo con hacer algo así, ya que es algo que todos esperamos desde hace tiempo; aunque nos cobren multa por haber permanecido acá, estamos dispuestos a pagarla si con eso podemos trabajar tranquilos”.
Fabiola
Migrante guatemalteca

“Por ejemplo, ellos dicen que están en primera línea aquellos migrantes que han cometido alguna falta o que tienen más de tres faltas, ya sea por manejar bajo efectos de alcohol o sin licencia de conducir o las personas que han reingresado varias veces después de ser deportadas, quienes son catalogadas como un riesgo a la seguridad nacional; ese tipo de situaciones puede incrementar las deportaciones”.
Elisabel Enríquez
Menamig

“El Gobierno debe apostar a la reforma que debe incluir el tipo de migraciones que tienen los guatemaltecos, que es una migración joven, con bajos niveles de educación, que entraron al país de manera irregular; es lo que hay que priorizar como país”. 
Claudia López
INGEP