La escuela y las lombrices


En aquel tiempo, cuando se producí­a el cambio de clima, entrada del invierno, especialmente, las mamás acostumbraban darle a sus hijos de edad escolar un deslombrizante, pues decí­an que estas se alborotaban e incidí­an en el carácter del niño, así­ como también en su rendimiento escolar, y no andaban tan despistadas; lo mismo decí­an de «los terrores nocturnos», de los cuales doy fe, porque me afectaron, y después de un examen de laboratorio y bebida del respectivo medicamento, desaparecieron esos terrores.

José Antonio Garcí­a Urrea

Se acostumbra en la actualidad la toma de radiografí­a de los pulmones, pero considero oportuno iniciar a la par, una divulgación al respecto de esos parásitos, que incluso se puede hacer en volantes y entregarlos a cada mamá al momento de la inscripción, indicando la práctica de ese examen.

Considero también la conveniencia de alertar a los señores maestros en este tema, para que ellos al notar en sus alumnos esa variación en su conducta y en el bajo rendimiento en sus tareas, platiquen con las mamás, para saber qué es lo que conviene hacer, a la par de entender a sus pupilos.

Como lo he dicho en otras ocasiones, esto entra en el campo de «la valí­a de lo mí­nimo», pero que a la larga sirve de mucho. Así­ es pues, señoras mamás, a deslombrizar a sus retoños antes de ir a clases, y si ya están asistiendo, también.

GOTITA: Por reclamar la devolución de su dinero, los amenazan con la fuerza pública. ¡Vaya!