La escasez de mano de obra estimula la fibra familiar


Las oficinas de empleo en Alemania se hallan vací­as, por lo que las empresas quieren idear nuevos métdodos para

La falta de mano de obra obliga a las empresas alemanas a hacer todo para atraer personal calificado, incluso a transigir con los imperativos familiares de sus asalariados y a acoger cada vez más a su prole.


Desde hace algunos meses, fabricantes de máquinas, de automóviles o empresas de informática alemanes se ven limitados por la escasez de mano de obra calificada. Por ejemplo, hacen falta 50 mil ingenieros, lo cual obliga a las empresas a rechazar contratos y afecta el desempeño económico de todo el paí­s.

Al mismo tiempo, con una tasa de 62,2% de empleo de personal femenino, Alemania tiene todaví­a un potencial inexplotado entre las mujeres. La primera economí­a europea se encuentra lejos por detrás de sus vecinos escandinavos, Holanda o Austria.

«En el ámbito comercial, las mujeres son mejores que los hombres» y son versadas también en temas técnicos, afirma Gí¼nter Kirn, que dirige Werma, una pequeña empresa especializada en señalización ubicada cerca del lago de Constanza (suroeste), que no escati

ma elogios para sus colegas mujeres.

El único problema es que «las mujeres tienen hijos», opina.

En un paí­s donde las estructuras para el cuidado de los niños son raras y donde las escuelas dictan clases sólo hasta el mediodí­a, la dificultad de conciliar la vida familiar con la profesional hace que muchas mujeres dejen de lado su carrera.

Mientras esperan que los planes del gobierno se hagan realidad –la ministra de Familia prevé triplicar el número de guarderí­as infantiles antes de 2013– las empresas reaccionan.

«Como empresa, no podemos permitirnos perder trabajadores y sus capacidades porque fundan una familia», reconocí­a hace algunos meses Dieter Zetsche, presidente del fabricante de automóviles Daimler-Chrysler. En conscuencia, el grupo inauguró en septiembre guarderí­as en cuatro fábricas alemanas.

Los padres y madres de familia que trabajan en el Commerzbank, Siemens o Deutsche Telekom pueden llevar a sus hijos a sus lugares de trabajo.

Según el ministerio de Familia, el 3,5% de las empresas ofrecí­an esta posibilidad en 2006, pero el 36% declara que piensa o estudia activamente llevar a cabo esta idea, un porcentaje que llega a 45% entre las que tienen más de 250 trabajadores.

Sin embargo, las empresas pequeñas y medianas que no tienen ni la cantidad de empleados ni los medios financieros para crear sus propias guarderí­as, deben aplicar su imaginación para mantenerse en competencia.

En la empresa de informática berlinesa Infopark, «hemos reflexionado hace varias semanas sobre la apertura de una guarderí­a», explica su propietario, Bernd Ví¶lcker. Pero con 80 trabajadores, la empresa no puede permitirse esta iniciativa. En cambio, «el personal puede trabajar fácilmente en sus casas o traer a sus hijos».

También en Werma es todo posible. Como es el caso de tres trabajadores que «se reparten un puesto entre ellos», explica Kirn.

«Las empresas entienden que deben comprometerse para no quedar distanciadas en la competencia, mientras escasea cada vez más la mano de obra» calificada, comenta la Confederación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK).

A falta de soluciones, son numerosas las empresas que apoyan financieramente el cuidado de los hijos de sus trabajadores.