La escasez de electricidad amenaza al Mundial 2010


Vista del estadio principal de Johannesburgo, construido especialmente para el Mundial del próximo año, que se llevará a cabo en Sudáfrica. FOTO LA HORA: ARCHIVO

La escasez de electricidad, que paralizó a Sudáfrica a comienzos de 2008, vuelve a convertirse en una amenaza a causa de la demanda provocada por el crecimiento económico, meses antes de la Copa del mundo de fútbol 2010.


La empresa pública de electricidad Eskom, que se debate por financiar un programa de inversiones, sólo dispone del 10% de reservas eléctricas para enfrentar los momentos de mayor consumo, que se multiplicarán en la medida que la industria comience a superar la actual recesión.

«Esto provocará cortes de distinta duración en cuanto el menor problema afecte a la red», advierte el experto Cornelis van der Waal, del gabinete consultor Frost and Sullivan.

Mientras la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) exige que los diez estadios mundialistas dispongan de generadores, los sudafricanos no pueden olvidar el caos generado por los cortes de electricidad durante enero de 2008.

En un paí­s hasta ahora poco acostumbrado a la falta de energí­a, la red, por completo sobreexigida, implosionó literalmente ante las demandas del crecimiento sostenido de la primera potencia económica del continente africano.

Ciudades enteras quedaron a oscuras durante dí­as, lo que anuló la actividad en las oficinas, restaurantes y tiendas, y provocó atascos ante los semáforos inutilizados.

Las minas, grandes consumidoras de energí­a, se vieron particularmente afectadas y numerosos pozos de extracción de oro, uno de los principales recursos del paí­s, tuvieron que cerrar. Así­, el crecimiento económico se frenó de golpe.

En este contexto, Eskom decidió aumentar drásticamente sus tarifas ( 27,5% en 2008, 31,3% en este año) para amortizar la construcción de nuevas centrales eléctricas que reclamaba desde hací­a una década. La empresa solicita actualmente triplicar sus precios en los próximos tres años.

En el marco de este programa, a un costo de 385.000 millones de rands (unos 47.800 millones de dólares, o 34.400 millones de euros), se construyen dos centrales termoeléctricas alimentadas por carbón. Sin embargo, éstas no serán operativas hasta 2012.

A pesar de ello, Eskom se manifiesta «confiada en poder garantizar un flujo de electricidad estable en 2010», merced a los trabajos de redistribución en la red, que benefician a los puntos considerados sensibles, como las nueve ciudades sedes del Mundial, dijo a la AFP su portavoz, Fani Zulu.

También se han establecido acuerdos con paí­ses vecinos, como Mozambique, para que la represa hidroeléctrica que posee en el rí­o Zambeze puede aportar una reserva de urgencia en caso de necesidad durante la Copa del Mundo (del 11 de junio al 11 de julio de 2010).

Durante el Mundial, según el analista Van der Waal, «lo esencial de la demanda se concentrará en las zonas residenciales, lo que no representa un enorme consumo. Eskom está en condiciones de enfrentarlo».

No obstante, con una economí­a en pleno despegue, el equilibrio se mantendrá frágil durante al menos 5 años, según Zulu. Eskom, que tuvo un balance en números rojos durante el año fiscal finalizado en agosto, tiene que generar 40.000 megavatios suplementarios de aquí­ a 2025.

Ya fueron suspendidos grandes proyectos industriales, muy esperados en un paí­s con el 40% de la población activa desocupada, a causa de los problemas con el suministro de electricidad.

Por ejemplo, el gigante minero Rí­o Tinto Alcan acaba de anunciar que suspende las actividades de construcción de una fundición de aluminio en el sur del paí­s, por un monto previsto de unos 1.800 millones de euros.