¿LA ENFERMEDAD IMAGINARIA?


Muchas personas se aquejan de molestias fí­sicas interminables, con frecuencia concurren a diversos profesionales en salud, tras la búsqueda de un diagnóstico, un tratamiento y una cura para su o sus enfermedades.  Algunas veces se someten de manera frecuente a  exámenes fí­sicos, pruebas de laboratorio, métodos diagnósticos incluso invasivos.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

El tema central de sus conversaciones, de su pensamiento es la enfermedad, su dolor fí­sico y su temor a tener un padecimiento tan grave que le lleve a la muerte.  Los consultados con frecuencia prescriben algún  fármaco con la necesidad de dar una alternativa a la situación de su  paciente.  Es frecuente que se diagnostiquen enfermedades tales como colon irritable, enfermedad péptica, intolerancia a algunos alimentos, cefaleas tipo migraña.  Pero la verdad es que nada es conclusivo y su malestar o muchos de ellos menguan por un perí­odo de tiempo, para luego reaparecer.

Tenga o no tenga un sustrato fí­sico, esta necesidad de algunas personas de buscar y buscar enfermedades puede corresponder a lo que denominamos hipocondriasis.  Ya que todos de alguna manera padecemos de una pequeña enfermedad fí­sica, desde algún problema leve de la piel, caries dental,  enfermedades gastrointestinales  ya diagnosticadas y tratadas de manera pertinente.

La hipocondrí­a  aparece acompañando como sí­ntoma  a  enfermedades psiquiátricas tales como  la depresión y  la ansiedad pero puede corresponder a una entidad clí­nica por sí­ sola.  El padecimiento  es tan significativo que puede afectar todas las áreas de la vida de una persona tales como la laboral y social.  La duración de la sintomatologí­a  es como mí­nimo de seis meses, antes de diagnosticar esta enfermedad.

Se debe investigar que la persona verdaderamente no esté cursando con una enfermedad fí­sica, habiendo descartado que los sí­ntomas referidos no sean correspondientes a ninguna entidad médica orgánica.  Si la persona continúa con angustia, preocupación  y zozobra acerca de su estado de salud será comprensible evaluar este diagnóstico psiquiátrico.

Sin embargo, hemos de observar que la enfermedad ¿Imaginaria?, de manera real se constituye en una enfermedad ya que esta disminuye la calidad de vida de la persona que la tiene, su capacidad de disfrute y afecta a las personas que le rodean.

He observado que quien busca encuentra, y en determinadas ocasiones pacientes que han sido diagnosticados con enfermedades somatomorfas (Hipocondriasis).  En el transcurso del tiempo llegan a desarrollar enfermedades fí­sicas de í­ndole psicosomático tales como Lupus, Artritis, Sí­ndrome de fatiga crónica, fribromialgia, esclerosis múltiple y otras.

Por lo que considero de suma importancia la intervención de psicoterapia de manera temprana, para ayudar a las y los pacientes a reconocer sus emociones, al aprendizaje de una comunicación menos primitiva y al afrontamiento de problemas.