La encrucijada del nuevo binomio


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Es positivo que al siguiente dí­a de concluida la elección el binomio presidencial y vicepresidencial electo, integrado por Otto Pérez y Roxana Baldetti, hayan evidenciado que estaban listos para iniciar una nueva etapa que ya no es de aspiraciones polí­ticas sino de responsabilidades de trabajo. Las tareas que tienen por delante están claras: aumentar la recaudación, reducir la inseguridad, elevar el nivel de vida del 54% de los guatemaltecos, conservando el nivel de vida del resto.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

 


Además, deben proveer a todos los habitantes de educación, salud e infraestructura. Como no existe una lámpara mágica, ni podemos soplar y hacer botellas, la voluntad del Presidente, coadyuvada por la Vicepresidencia y materializada en ejecuciones por el Gabinete de Gobierno, será determinante. Los tiempos de campaña quedaron atrás, los spot publicitarios y los mensajes motivacionales ya de nada sirven, los hechos concretos son los que determinarán el éxito de Pérez Molina, Baldetti y de los funcionarios que integran la representación del Partido Patriota. Aumentar la carga tributaria es la llave, el punto de apoyo que permitirá enfrentar y resolver en mayor o menor grado las tareas u objetivos mencionados y es ahí­ donde el candidato se desprende y se convierte en Presidente.

Debe olvidarse de los amigos, de los financistas, de los aduladores y desde ya poner los pies en la tierra y saber que la historia se escribe con hechos. En el aspecto tributario debe de aumentarse la carga de impuestos directos por cuanto los que tienen los recursos en el paí­s son los que proporcionalmente deben contribuir para que Guatemala salga del subdesarrollo. Si se quiere cambiar el Impuesto Sobre la Renta hay que hacerlo, pero adicionalmente debe aumentarse los cobros por regalí­as. Si como públicamente se comprometieran aumenta el 30% el cobro por regalí­as del oro, del petróleo y demás minerales en explotación o a explotarse, ese ingreso por sí­ solo serí­a suficiente para costear las mejoras de educación y salud que tanto urgen en los 332 municipios del paí­s.

 Si se unifica el Impuesto Sobre Dividendos al 10%  como existe en el cobro y pago de intereses a los depositantes en el sistema bancario se aumentarí­an los ingresos a un monto igual al del Impuesto Sobre la Renta lo que vendrí­a a financiar y a hacer posible toda la inversión y gastos que se requieren en el sector justicia, en el ministerio de Agricultura y en el Ministerio de Desarrollo que se va a crear. Adicionalmente, si se logra reducir el contrabando en los puertos y que las importaciones paguen los aranceles que les corresponde permitirí­a el recurso para el pago de la deuda pública y de los intereses que anualmente el Estado debe cancelar. Qué es lo que se requiere para lograrlo, voluntad polí­tica, liderazgo por parte del binomio presidencial y convencimiento a la mayorí­a de los diputados para que dejen de bloquear o evadir las aprobaciones que deben de efectuarse urgentemente en los primeros seis meses como máximo. La historia de la tributación de Guatemala que publicara la SAT, evidencia como los grupos de poder juegan a hablar de diálogo, de entendimientos pero lo único que buscan es que el Gobierno se subordine y les haga los mandados. De qué sirve que dentro de cuatro años se escriba un nuevo documento que relate lo que no se pudo hacer, más vale un rato colorado y no diez mil descoloridos. Si el presidente electo y la vicepresidenta quieren decir que cumplieron en representación de todos los guatemaltecos no pueden estar al servicio de unos pocos y olvidarse de la mayorí­a.