La elección del nuevo Procurador de Derechos Humanos


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La creación en Guatemala de la figura del Procurador de los Derechos Humanos como consecuencia de una disposición de la Constitución Política, actualmente en vigencia, representó toda una novedad en la vida institucional del país durante la década de 1980.

Félix Loarca Guzmán

 


Las atribuciones que la Constitución de Guatemala asigna al Procurador son entre otras, supervisar la administración pública e investigar toda clase de denuncias que le sean presentadas por cualquier persona.

De conformidad con el ordenamiento jurídico de nuestro país, el Procurador es un Comisionado del Congreso de la República para la defensa de los Derechos Humanos que la Constitución garantiza.  Según el artículo 274 de la Carta Magna, el Procurador  o Magistrado de Conciencia como también se le llama, ejerce su cargo por un período de cinco años.

La Comisión de Derechos Humanos del Congreso integrada por un diputado de cada partido político representado en ese organismo, es la que tiene facultades para proponer al pleno tres candidatos para la elección del Procurador, el que deberá reunir las calidades de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

En estos días ya comienzan a agitarse las aguas políticas, pues está por vencer el segundo período del actual Procurador, Sergio Morales Alvarado, quien por cierto aspira a reelegirse para continuar al frente de ese puesto por otros cinco años.

En algunos sectores, no se ve con simpatía la reelección del Procurador, especialmente por la decepción que provocó la reciente revelación periodística sobre que percibe ingresos por más de 100 mil quetzales mensuales, mientras muchos guatemaltecos viven en la miseria y no tienen qué comer.

En términos generales, es conveniente un cambio para oxigenar e imprimir un mayor dinamismo a esa oficina estatal, cuyo principal objetivo es la protección de los derechos del pueblo.

En diversos círculos de la sociedad se ha mencionado la posibilidad de apoyar la candidatura del talentoso abogado y Magíster en Derechos Humanos, Jorge Eduardo De León Duque, actual diputado e hijo del licenciado Ramiro De León Carpio, quien sin duda ha sido, hasta ahora, el mejor Procurador de los Derechos Humanos.

Personalmente considero que el licenciado De León Duque es un buen candidato para ese cargo, dado que posee excelentes cualidades, no solo personales sino profesionales.  Su hoja de vida es intachable.  Ojalá los miembros de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso lo incluyan en la terna correspondiente para que el pleno lo elija como nuevo Magistrado de Conciencia. Que todo se haga para fortalecer el movimiento por la defensa de los derechos humanos y para robustecer la democracia en nuestro país.