La propaganda es libre, sin más limitaciones que de los actos que ofendan la moral?
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Esta semana, uno de los candidatos a elección popular visitó una institución educativa. Centro de estudios en el que tuvo lugar un mitin político de varios minutos. Entre observaciones de lo que considera que debe continuar y lo que se debe mejorar confluyeron varias promesas. Lo particular del asunto es que todo esto se realizó dentro del recinto que ocupa la institución educativa, donde, por supuesto, permanecían las alumnas y alumnos, entre niñas y niños que, a esa hora debieron estar recibiendo conocimientos.
Algunas personas han protestado contra la contaminación auditiva que realizan las organizaciones políticas, al ejercer su propaganda con altavoces o bocinas en lugares públicos.
Según la Ley Electoral y de Partidos Políticos, la propaganda es libre, sin más limitaciones que de los actos que ofendan la moral, entre otras cosas.
Una institución educativa, como tal, es la encargada de brindar a sus educandos los conocimientos científicos, tecnológicos, éticos, morales y de cultivar en ellas y ellos los deberes cívicos para que puedan desenvolverse de manera adecuada y correcta en la sociedad y sean verdaderos ciudadanos y ciudadanas.
Pero ¿Qué sucede cuando, una institución educativa se inclina hacia una determinada ideología partidaria? ¿No debiera ser la educación imparcial en tal sentido? ¿No son acaso los partidos políticos, quienes deben encargarse de la educación y formación cívico democrática de sus afiliados? Y al hacerlo de esta manera ¿No se generaría acaso, una cultura política real y consecuente para nuestro país, que hasta los partidos podrían gastar menores cantidades de recursos en tratar de impactar o convencer a las y los ciudadanos para conseguir un voto adicional? Según la Constitución Política de la Republica, la familia es fuente de la educación y los padres tienen derecho a escoger la que ha de impartirse a sus hijos menores.
¿Qué pasaría si un padre o madre no considera como propia la ideología a la que está inclinada la institución dónde se «educa» a su niño o niña? ¿No seria de cierta manera, al menos, un poco inmoral, el hecho de utilizar a las niñas y niños como medio de expresión de la ideología de la institución?
Es necesario conocer qué tipo de educación es la que recibe cada persona, no vaya a ser que se le eduque de manera que tenga que pasar sobre sus hermanos, en lugar de ser solidario. O que solamente deba tener una actitud positiva ante los problemas nacionales, mientras en realidad deba tomar acciones encaminadas a la solución de dichos problemas.