La economía de los países desarrollados seguirá navegando con viento favorable en los dos próximos años, sin padecer demasiado la desaceleración en Estados Unidos o un posible «enfriamiento» de los mercados inmobiliarios, según los pronósticos coincidentes de la OCDE, el FMI y la Unión Europea.
La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que reúne a los 30 países más desarrollados del planeta, no ve de momento indicios inquietantes para el crecimiento, pese a los riesgos «habituales» que subsisten a nivel mundial, como los desequilibrios de cuentas corrientes o la falta de rigor presupuestario.
Este organismo publicó el martes la nueva edición de sus Perspectivas Económicas, que divulga dos veces por año (primavera y otoño) para tomarle el pulso a la economía mundial.
Los países desarrollados mantendrán un ritmo sostenido de crecimiento del 3,2% en 2006, 2,5% en 2007 y 2,7% en 2008, según el informe.
Estas previsiones mejoran levemente las estimaciones anteriores de la OCDE, formuladas hace seis meses, que pronosticaban un crecimiento del 3,1% para el año en curso.
En cambio, se prevé una sensible reducción para 2007 (2,5% contra un pronóstico anterior de 2,9%).
Para los 12 países de la zona euro también se han revisado al alza sus previsiones de crecimiento. Hasta un 2,6% este año (frente al 2,2% pronosticado), 2,2% en 2007 (frente a 2,1%) y 2,3% para 2008.
Para España, la OCDE pronostica un crecimiento del 3,7% en 2006, 3,3% en 2007 y 3,1% en 2008.
Italia, después de cuatro años de virtual estancamiento, tendrá en 2006 un crecimiento de 1,8%, bajará a 1,4% en 2007 y será de 1,6% en 2008. La OCDE insiste en la necesidad de que Italia controle su déficit presupuestario y su deuda pública, que se mantiene en niveles demasiado elevados.
Casi simultáneamente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también anunció que incrementaba sus previsiones de crecimiento para la zona euro en 2006 y 2007. Lo mismo hizo la Comisión Europea con sus pronósticos de crecimiento para los dos próximos trimestres en la zona euro.
Respecto a Estados Unidos, la primera potencia mundial, las previsiones de crecimiento fueron revisadas a la baja para 2006 (3,3% frente a 3,6%) y 2007 (2,4% frente a 3,1%). Pero la OCDE considera que la expansión «se recuperará con firmeza» una vez superado «el marasmo en la construcción residencial».
En Japón, según las últimas estadísticas, «todavía no se ha erradicado completamente la deflación». La OCDE confirmó su previsión de crecimiento de 2,8% para 2006 y redujo la de 2007 hasta el 2% (frente al 2,2% previsto).
Para Brasil, la OCDE estimó el martes que el crecimiento del PIB será del 3,1% este año, del 3,8% en 2007 y del 4% en 2008, cifras ligeramente inferiores a las previstas por la entidad el pasado mayo.
En efecto, el PIB de Brasil registró en el tercer trimestre un leve aumento del 0,5% respecto al trimestre anterior, confirmando esas proyecciones de otro año de débil crecimiento, que no debe superar el 3%, informó el jueves el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)
Por último, la OCDE prevé que el ritmo de crecimiento de México sea del 4,7% 2006 y del 3,5 y 4% en los próximos dos años, gracias fundamentalmente al empuje de la inversión privada y el consumo, y pese a un ligero retroceso de la demanda exterior y de los gastos públicos.
Los principales índices macroeconómicos del país son positivos y el único gran riesgo que rodea las perspectivas mexicanas está vinculado a la «duración y amplitud» de la reducción del crecimiento estadounidense, que podría influir en la «frágil estructura económica» del Estado latinoamericano, estimó la OCDE.