La diva «Supreme»: Diana Ross cumple 70 años


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En realidad, debería haberse llamado Diane, pero el funcionario de turno cambió por error la «e» por una «a». En su juventud, ella misma intercambiaba ambas grafías, pero hoy en día nadie duda de cuál es el nombre de la cantante más exitosa de todos los tiempos, según el Libro Guinness de los Récords: Diana Ross pasó de niña criada en un entorno humilde a convertirse en una de las grandes leyendas del siglo XX. Toda una diva que mañana cumple 70 años.

POR CHRIS MELZER Nueva York /Agencia DPA

Cuando llegó al mundo, en la ciudad industrial de Detroit, su padre estaba en la guerra, pero más tarde tampoco le vio mucho. La familia no era pobre, pero a aquella niña negra tampoco le auguraban grandes perspectivas de futuro. Ni tampoco al hijo de los vecinos, el pequeño de cuatro años llamado William Robinson, al que todos llamaban Smokey.

 La niña comenzó a cantar en el coro de la iglesia, y a los 15 años la contrató una discográfica. Este sello, cuyo objetivo era ofrecer condiciones justas a los artistas negros, había nacido en Detroit, la ciudad estadounidense del motor. Y se llamaba Motown.

   Motown no sólo tuvo éxito, sino que se convirtió en un género en sí mismo que pasaría a la historia. Smokey Robinson fue uno de sus líderes, pero la estrella entre todas las estrellas sería Diana Ross. En apenas un par de años pasó de ser una chica a la que nadie conocía a convertirse en diosa del soul, diva, multimillonaria y modelo a seguir para millones de negros. Además, gracias a Ross muchos blancos comenzaron a bailar música negra.

Lo cierto es que en realidad fueron tres las mujeres que formaban The Supremes. Pero, ¿quién se acuerda de Florence Ballard, Mary Wilson o de las otras cantantes que a veces las acompañaron? El rostro de las Supremes, antaño como ahora consideradas las cantantes más exitosas de Estados Unidos, era Diana Ross. Tan populares como los Beatles, lograron colocar 12 números 1 en las listas de éxitos. Y aunque no estuvieron exentas de críticas, los fans se veían irresistiblemente atraídos por su dinámica y también por su erotismo.

Cuando el grupo se separó, Ross fue la única que logró labrarse una carrera en solitario. Y qué carrera. A los vendedores les quitaban de las manos su hit «Ain’t No Mountain High Enough», mientras ella actuaba en el Central Park de Nueva York, llenaba estadios y llegó a cantar en la Ópera de Fráncfort. Además, encarnó a Billie Holiday en el biopic «Lady Sings the Blues», papel por el que fue nominada al Oscar como mejor actriz.

 Billie Holiday no supo lidiar con la fama y cayó en las garras del alcohol y la heroína, pero Ross también saltó a los titulares por motivos ajenos a su música: un video de la policía en el que aparece borracha como una cuba, una pena de cárcel que tuvo que cumplir dos veces por haber recibido trato preferente, brotes de ira ante las cámaras de televisión y un ataque a una agente de seguridad del aeropuerto de Londres estuvieron en boca tanto de sus fans como de los medios. Pero en 2002, tras una cura de desintoxicación, regresó la calma.

Con todo, no parece que esté pensando en jubilarse. Diana Ross sigue llenando salas de conciertos por todo el mundo, actuó en la entrega del Nobel de la Paz y fue tan homenajeada por George W. Bush como por Barack Obama. Tras más de medio siglo de carrera, dos matrimonios y cinco hijos, la cantante sigue siendo una de las mejor pagadas del sector. Su vida podría resumirse con la frase que dirigió en 1983 al público de Central Park cuando el concierto iba a ser cancelado por una tormenta: «Me ha costado toda la vida llegar hasta aquí, ¡y no voy a irme!»