Sólo el 5,2% de los 491 puestos que se eligieron el 11 de septiembre para las alcaldías y el Congreso serán ocupados por mujeres.
La primera etapa del proceso electoral ha concluido y los resultados indican que la democracia en el país sigue siendo deficitaria en cuanto a la equidad en la participación de hombres y mujeres. Si bien es cierto que por primera vez en la historia de Guatemala, en este proceso eleccionario el padrón femenino superó a la cantidad de hombres inscritos habilitados para votar, las mujeres siguen siendo amplia minoría en cuanto al ejercicio de cargos de elección popular.
De acuerdo con los resultados obtenidos, la cantidad de mujeres que se desempeñarán como diputadas seguirá siendo el mismo que en estos últimos cuatro años, lo cual contradice ampliamente la reivindicación de más mujeres a cargos públicos, así como las recomendaciones que el Comité CEDAW le hiciera al Estado guatemalteco, luego de la presentación del séptimo informe país, sobre la importancia de aplicar medidas legales y acciones afirmativas para propiciar la participación política de las mujeres.
Los esfuerzos diversos de los partidos por hacer visibles a las mujeres de sus listados no puede opacar la contundencia de las cifras, en ese sentido la investigación que la Iniciativa Mas Mujeres Mejor Política realizó dejó claro que las mujeres siguieron subrepresentadas en los listados a diputación donde alcanzaron el 24% y su presencia fue absolutamente escasa en las postulaciones a alcaldías, representando el 6% del total.
En muchos casos, la insistencia de mostrar mujeres en la campaña tuvo que ver más con la necesidad de dar respuesta a una reivindicación social concreta, que a la voluntad expresa de impulsar candidaturas femeninas al ejercicio de cargos públicos. En ese sentido, puede leerse que de las 71 mujeres postuladas por el listado nacional, sólo 18 tenían posibilidades reales de ganar, 24 tenían muy pocas posibilidades de alcanzar una curul en el Congreso de la República y 29 no tenían ninguna posibilidad de ganar. De hecho el Congreso a partir del año 2012 será ocupado por 19 diputadas y solamente 7 alcaldías serán dirigidas por mujeres.
Parte importante del debate que nos lega el proceso electoral está referido al rol que cumplieron los medios en cuanto a dar a conocer las distintas candidaturas y propuestas de acciones. La investigación referida previamente dio cuenta que sólo el 15% de la agenda mediática se dedicó a cubrir a las mujeres postuladas. Esta práctica influye para que las propuestas impulsadas por las mujeres no ingresen al espacio público en igualdad de condiciones, sobre todo cuando los relatos siguen estando mayoritariamente construidos por hombres porque son ellos quienes más espacios ocupan. Así, la función formativa que tienen los medios se reduce a reproducir patrones existentes en la medida que no se amplían los elementos de análisis y hay visiones unívocas de los acontecimientos.
Con este panorama se redobla la necesidad de hacer reformas a los marcos legales para que se garantice el acceso a las mujeres en igualdad de condiciones a los puestos de toma de decisiones y profundizar el debate social sobre la importancia de construir sistemas de gobiernos más representativos y justos.
* Socióloga.