La decisión del año para mantener los salarios


De acuerdo al INE, para mantener los servicios vitales en una familia regular de por lo menos cinco personas es necesario contar con  3 mil 561 quetzales. Sin embargo, el salario mí­nimo no alcanza para ello. FOTO LA HORA: Fí‰LIX ACAJABí“N

La determinación de aumentar o no el salario mí­nimo de actividades agrí­colas y no agrí­colas para el 2010 será responsabilidad del presidente ílvaro Colom, quien antes del 31 de diciembre debe fijarlo y publicar el Acuerdo Gubernativo que lo legalice.

Eddy Coronado
ecoronado@lahora.com.gt

Aumentar, cambiar por productividad o simplemente dejarlo como está, esas son algunas de las opciones que tiene el Ejecutivo, quien debe tomar una postura, ya sea en favor de los trabajadores o a conveniencia de los empresarios.

La posición de los sindicatos ante la necesidad de incrementar el salario mí­nimo es que es fundamental el incremento adecuado y justo para el año 2010, a fin de mejorar el nivel de vida y nutrición de las familias guatemaltecas, así­ como el acceso a los bienes y servicios.

CANASTA VITAL

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadí­stica (INE), para mantener los servicios vitales en una familia regular de por lo menos cinco personas es necesario contar con Q3,561; sin embargo, los empleadores no tienen estimada esta cantidad por considerarla subjetiva.

Otro aspecto visto por los trabajadores es que el déficit entre el salario mí­nimo actual y la canasta básica vital denota la incapacidad polí­tica y social de los últimos gobiernos para establecer una polí­tica salarial justa.

Organizaciones sindicalistas han denunciado durante mucho tiempo la indiferencia para mantener un salario digno porque consideran que la situación de hambre y desnutrición que se vive en el paí­s está directamente relacionada con los bajos salarios que devengan todos los guatemaltecos.

COMISIí“N DE SALARIO

Adolfo Lacs, representante de los trabajadores en la Comisión Nacional del Salario (CNS), señaló que ya son por lo menos 15 años en que los empresarios no permiten un aumento y es el Presidente quien tiene que tomar la postura de aumentar o estancar los salarios.

Fijar a Q88 diarios el salario mí­nimo era el planteamiento original de los trabajadores, pero la negativa de los empleadores obligó a la parte laboral a flexibilizar su propuesta y limitarla a un aumento de Q10 sobre el salario vigente. De esa cuenta buscan dejar en Q62 el salario para todas las actividades productivas.

Lacs reconoció que ni los Q62 ni los Q88 que propusieron originalmente se acercan a las necesidades que cubre la canasta básica vital (CBV), pero cedieron en busca de consenso y para los trabajadores el salario deberí­a ser de Q118 diarios para cubrir la CBV.

Mientras que los empresarios mantienen su postura sin aumento, existen otros sectores dentro del gremio empresarial que lo quieren modificar y colocarlo por niveles de producción. Esta postura dejarí­a inhabilitados de algunos beneficios a los trabajadores y mantendrí­a incertidumbre en la población trabajadora, señalaron los sindicalistas, mientras se reuní­an con el sector empleador para lograr un acuerdo.

La imagen presidencial ha jugado un papel trascendental y hace algunos dí­as el Presidente señaló un incremento alrededor del 10%; sin embargo, no ha tomado una postura directa en cuanto al sector textil que insiste en no permitir un aumento por decreto.

El salario mí­nimo vigente es de Q52 por dí­a en actividades agrí­colas y no agrí­colas; y Q47.75 para la industria de maquila, pero esta última ha estado renuente para la aprobación de un incremento porque argumentan pérdidas en la industria.

Durante el año 2009 el sector más afectado por la crisis, de acuerdo con las estadí­sticas, fue el de los textiles y vestuario, pero a partir del mes de noviembre han comenzado a dar í­ndices de recuperación, aunque afirman que el mercado es inestable.

El sector sindical en su última propuesta defendió un incremento de Q10 diarios, pero la patronal mantuvo su posición de cero aumento bajo el argumento de la crisis económica que afecta a las empresas y la reforma fiscal que impulsa el Gobierno.

Sergio Castañeda, presidente de la CNS, comentó que es su sueño que los dos sectores se logren poner de acuerdo en las diferencias que tienen, «espero que este sueño se me logre algún dí­a», resaltó durante algunas de las últimas reuniones que mantuvieron los dos sectores que no lograron ningún acuerdo.

Todos los sectores están a la espera de la decisión presidencial, tanto trabajadores, empleadores de industria agrí­cola y no agrí­cola, así­ como el sector textil; pero, los factores para que se logre un aumento pueden variar.