La danza de la Diabla


Karen Schwarz, Miss Perú 2009, durante la competencia que se realiza en Bahamas, en el evento del Traje de Baño. Schwarz creó polémica por haber presentado la danza

«La Diablada», una danza propia del altiplano que une a Perú y Bolivia, ha desatado una curiosa polémica entre ambos paí­ses a raí­z de un traje tí­pico inspirado en esa danza que luce la candidata peruana en el concurso Miss Universo, en las Bahamas.


La representante peruana, durante su presentación de la polémica danza, que escenifica la lucha entre el bien y el mal. FOTO LA HORA: AFP RICHARD D. SALYER

La querella amenaza crecer luego del anuncio de las autoridades bolivianas de acudir a las más altas cumbres de la justicia mundial, como la Corte Internacional de Justicia de La Haya, para sentar allí­ a Perú en el banquillo de los acusados.

Bolivia considera que esa danza y su atuendo forman parte de su patrimonio cultural y rechaza que Perú la presente como manifestación suya y que la exhiba la miss peruana Karen Schwarz, quien lució ese traje la noche del lunes en Bahamas, cautivando en el desfile de trajes tí­picos de las candidatas.

«El proceso tiene que iniciarse a través de nuestras representaciones diplomáticas en el paí­s demandado, en este caso Perú», afirmó el ministro boliviano de Cultura, Pablo Groux, citado este jueves por el diario La Razón de Bolivia.

El gobierno de La Paz también baraja otros foros para llevar su protesta, como la Comunidad Andina o la Organización Mundial de Propiedad Intelectual.

La postura boliviana generó sorpresa e inmediatas reacciones de rechazo en Lima.

«Es una actitud absurda, Bolivia va a hacer el ridí­culo internacional si presenta su demanda en La Haya», estimó el internacionalista Ernesto Velit Granda.

«La Corte de La Haya perderí­a un poco de seriedad si va a acoger esa demanda, ese tribunal tiene cosas mucho más importantes que atender», añadió Velit Granda, al subrayar que espera que el gobierno boliviano reflexione y no cometa un desatino.

El analista hizo notar que «La Diablada» es desde hace siglos una manifestación cultural que comparten Perú y Bolivia en la zona altiplánica fronteriza y que incluso se puede observar también en el norte de Argentina y hasta en Ecuador.

«Nadie en Perú se va a incomodar porque la utilice Bolivia en algún certamen internacional; tienen el mismo derecho ellos y nosotros», precisó.

Para ratificar que esa danza es tí­pica de la región Puno, fronteriza con Bolivia, legisladores de ese departamento peruano bailaron dí­as atrás una «Diablada» en las puertas del Congreso, a la que se sumaron curiosos que pasaban por el lugar.

El legislador puneño Yonhy Lescano Ancieta estimó que «la actitud del gobierno boliviano maltrata nuestra relación tradicional y cultural compartida en el altiplano con una protesta totalmente innecesaria» y anotó que esa danza se bailaba en Puno dos siglos antes de que se bailara en Bolivia.

El hecho de que el Carnaval de Oruro de ese paí­s -que utiliza esa danza- haya sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, «no quiere decir que sea excluyente de ser también un patrimonio de Perú», señaló.

Velit Granda opinó que puede haber alguna intencionalidad polí­tica en Bolivia en utilizar este tema en vista de la cercaní­a de las elecciones presidenciales en ese paí­s.

Añadió que este asunto puede contribuir a aumentar la tensión entre Bolivia y Perú, cuyas relaciones diplomáticas no son de las mejores por discrepancias polí­ticas entre sus presidentes.

La danza escenifica la lucha entre el bien y el mal, donde el bien está simbolizado en el personaje de San Miguel Arcángel y el mal por los diablos que representan los siete pecados capitales.