Dice el presidente Otto Pérez Molina que el reciente revuelo que causó la intención de contratar a una empresa argentina que se encargara de la recaudación tributaria venía de una “estrategia de sectores empresariales” y que “cuando se trata de poner más controles y se van a cobrar más impuestos siempre hay gente que está acostumbrada a no pagar y evadir, y es la que se opone a esto”.
No cabe duda que el presidente Pérez y la gestión del Partido Patriota está totalmente desprestigiada y desvalorada a estas alturas porque ya no saben ni que hacer cada vez que un escándalo del gobierno relacionado con la rampante corrupción estalla en los medios de prensa. A la prensa se le conoce en todo el mundo como el cuarto poder y está claro que como en todo gremio existen periodistas y medios que faltan a la ética para informar y opinar de tal manera que terminan cayendo exactamente en los mismos pecados de corrupción por los que tanto critican a los políticos. Pero la verdad de las cosas es que en muchas ocasiones, como en esta, la atención que atraen los medios a los escándalos se convierte en la más importante arma de defensa para la población. Es vieja la maña esa de culpar al mensajero de las malas noticias sin escuchar las noticias mismas.
Los berrinches del Presidente y los señalamientos de la Vice al antiguo director de la SAT ya no los quiere escuchar nadie porque estamos aburridos de que nos traten de ver cara de babosos además de que culpar a los empresarios evasores no es ninguna excusa nueva, no dice absolutamente nada de los resultados que la reforma tributaria que ellos mismos diseñaron y aprobaron es la culpable específica de no llegar a las metas de recaudación. Eso sin tomar en cuenta los altísimos niveles de corrupción y la incapacidad e ineficiencia en el diseño de la ejecución del gasto. A todo este negro panorama de recursos se suma la irresponsable política de endeudamiento que el gobierno actual ha mantenido y agravado desde que asumieron gobierno y que tiene como resultado que el gobierno mismo sea víctima de la devaluación de la moneda provocada por la inflación que genera dichas políticas.
Ya va siendo hora que el gobierno del Partido Patriota y el gobierno que esté por venir se enfoque en facilitar la producción y no siga perdiendo el tiempo tapando agujeros y culpando a la recaudación de nuestra precaria forma de vida. La producción es y será la única solución de fondo que nos permitirá salir de la pobreza a todos, incluyendo al mismo gobierno porque cuando hay bonanza suben además de los ingresos personales, los ingresos tributarios.
Lamentablemente recaudar impuestos no es tan fácil como el Presidente piensa, porque para que podamos pagar impuestos necesariamente tenemos que pasar por el proceso de producir recursos. No hay impuestos sin producción y de hecho, es bueno que lo sepa, los empresarios son realmente la solución y no el problema porque solo en la medida que logremos mayor número de empresas productivas podremos transferir la riqueza producida al aparato de gobierno.