La competencia


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Los deportistas entrenamos duro todos los días para mejorar nuestro nivel y estar listos para cuando competimos. La semana pasada les comenté un poco de cómo se desarrolla el talento y cómo entrena un deportista para desarrollar su potencial. Esta semana quiero platicarles un poco de lo que es la competencia en sí.

POR PABLO ACUÑA

Una competencia es el test ideal para todos los deportistas. Es la oportunidad perfecta para darnos cuenta de las condiciones de nuestro juego, medirnos con los demás, darnos cuenta si nuestro entrenamiento ha sido eficiente, etc. Para muchos de nosotros, una competencia es como otro mundo. A la hora de entrar al campo de golf, es como si el switch de competitive mode se pusiera en ON. El nivel de enfoque y concentración aumenta drásticamente.
Vale la pena mencionar que en el deporte, nunca hay nada escrito. A lo que me refiero con esto es que hay demasiadas variables que influyen en el desempeño de un deportista en una competencia. El deporte es muy curioso, por ejemplo, a veces uno se siente muy bien antes de una competencia, el juego se encuentra en excelentes condiciones y de repente, los resultados de la competencia son malos. Otras veces, uno se siente muy mal, cree que su juego está en malas condiciones, y los resultados son excelentes. De la misma manera, uno pensaría que equipos como los Yankees, el Real Madrid, El Barcelona, nunca deberían perder dado a la cantidad de súper estrellas que los integran, pero sí pierden, y en ocasiones, muchas veces.
La perfección no existe en el deporte, un equipo no siempre puede ganar y uno individualmente no siempre puede jugar de maravilla. Lo que sí pasa en el deporte es que los mejores deportistas y los mejores equipos van a ganar y desempeñarse mejor, más seguido. El stock market funciona de la misma manera, una acción fluctúa constantemente, un día gana y otro día pierde, pero una buena acción siempre va a mantener un crecimiento estable.  Es por eso que los apostadores manejan las probabilidades de ganar. Un deportista bueno, tiene más chances de ganar que otro deportista promedio.
Como deportista les puedo comentar que así como hay días que todo sale bien, hay otros que por más que se haga lo que se haga, no hay modo. Esto creo que causa intriga en muchos de nosotros, es como un misterio. Uno se exige mucho como deportista y piensa que los resultados siempre deberían ser acorde a los estándares que uno se ha impuesto. Pero si algo he aprendido, es que en la imperfección esta la perfección. Entre menos me exija la perfección, más cerca de ella estaré.
Este último fin de semana vimos como Adam Scott prácticamente ¨regalo¨ el British Open. ¿Cómo alguien que ha jugado un golf tan excelente los primeros tres días, puede jugar de una manera tan mala el último día y perder el campeonato? Muchas personas dirán que simplemente no se le dio o tuvo mala suerte. Uno como deportistas puede decir lo mismo, quizá para proteger su confianza o algo por el estilo, pero viéndolo desde el punto de vista competitivo, no estaba listo. No estaba listo para manejar el nivel de presión que conlleva una última ronda de un major. Quizá bien adentro tenía una leve duda si era capaz de lograrlo o no. O quizá se adelantó y pensó que ya tenía el campeonato ganado. Definitivamente no es nada fácil desempeñarse bien en momentos de alta presión. Hay veces que el nivel de presión es tan alto, que uno pierde el total control sobre uno mismo. Embocar un putt de 2 pies en ocasiones resulta imposible o hacer una suma sencilla también. Esto es algo difícil de comprender, pero pasa. Algo que es fundamental para un deportista, es aprender a relajarse en estos momentos de alta presión. Yo en lo personal he aprendido diferentes técnicas de respiración que ayudan a mantener mi cuerpo y mente relajados. Como resultado de que he ido aprendiendo a relajarme y controlarme en momentos intensos, mi desempeño en campeonatos importantes ha mejorado bastante.
Así que para elevar nuestro nivel de desempeño deportivo, hagamos un esfuerzo en mejorar las cosas que están en nuestro control, como aprender a relajarnos a través de técnicas de respiración, y por el otro lado, aprendamos a ser humildes y aceptar las cosas que están fuera de nuestras manos.