La circulación de cerebros


Pocos son los hijos del paí­s que tuvieron el privilegio de recibir educación superior, luego emigraron y le han devuelto a la patria lo que recibieron. A la gran mayorí­a de este grupo emigrante, difí­cilmente se les vuelve a ver.

Guillermo Wilhelm

El problema de la fuga de cerebros no es una preocupación exclusiva de los conocedores del tema migratorio en Guatemala, en el Caribe por ejemplo más del 50 % de personas con educación universitaria emigran y casi un 30 % con educación secundaria. Un cálculo hecho en Estados Unidos demuestra que 74 % de los emigrantes provenientes de ífrica, 61 % de Asia y el 26 % de Latinoamérica tienen formación universitaria. Por ejemplo, se señala que hay más médicos jamaiquinos en Estados Unidos que en la propia Jamaica. Según estimaciones del Banco Mundial, un 16% de los graduados universitarios mexicanos residen en el exterior. Y sorpréndase estimado lector, el informe «International Migration, Remittances and the Brain Drain» de esta misma institución, indica que el porcentaje más alto de profesionales emigrados está en Centroamérica y el Caribe, este estudio señala que más de la mitad de los graduados de esta región viven en el exterior.

Está claro que el hecho de que miles de cientí­ficos estén emigrando de la región constituye una amenaza para los mismos paí­ses exportadores de talento, a esto hay que sumarle la pérdida de inversión que tienen nuestras universidades estatales cuando subsidian la educación superior y sus profesionales deciden irse.

Esto puede convertirse en una tragedia socioeconómica si en el paí­s permitimos que siga esta tendencia, por supuesto no estoy sugiriendo arraigar a todos los profesionales guatemaltecos para evitar el riesgo de un poco probable retorno, este es un sarcasmo que me permito en el entendido de que siempre existe una diversidad de mecanismos para evitar esta hemorragia. De eso se trata, de convertir el limón en limonada y una de las maneras es aprovechar el enriquecimiento que todo técnico o académico nacional logra capturar en el extranjero. Para fundamentar lo anterior cito los casos de India y Taiwan, que han implementado programas atractivos de retorno para sus coterráneos y ya han sido miles los que han regresado a sus paí­ses natales llevando tecnologí­a, inversión y valiosos contactos. El parque industrial de Hschinchu en Taiwan solo constituye uno de tantos ejemplos, ahí­ el 40 % de las compañí­as de alta tecnologí­a son dirigidas por repatriados, muchos de los cuales trabajaron en Sillicon Valley, California. En Guatemala el caso más notable de traslado de alta tecnologí­a médica hacia lo interno de nuestra sociedad resulta ser el de UNICAR, institución de cirugí­a cardiovascular con tecnologí­a de punta que el doctor Rafael Espada le ha permitido acceder a la sociedad guatemalteca. Considero que, dentro del plan de atención a los emigrantes que el próximo gobierno tendrá que ejecutar, debe incluir un proyecto para incentivar y aprovechar a nuestros talentos del exterior, basado en acciones concretas que nos permitan trasladar inversión, tecnologí­a y relaciones productivas. De este drama que representa la emigración, no son únicamente las remesas lo que el paí­s puede aprovechar.