La Central de Inteligencia, algunas Fundaciones y los medios


Previo a darle continuidad al tema que inicié dos semanas atrás, deseo invitar a quienes tienen la paciencia y tolerancia de leerme, a que asistan a la Audiencia Pública programada por la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales del Congreso de la República a realizarse el próximo lunes 28 de los corrientes a las nueve de la mañana y durante la que expondré mis puntos de vista, opinión y posición sobre las propuestas de reforma a la Constitución de Guatemala. La audiencia se celebrará en el Salón del Pueblo del Palacio Legislativo.

Ricardo Rosales Román
rosalesroman.cgs@gmail.com

Considero oportuno precisar que desde que se hizo de público conocimiento las propuestas de reforma y la Comisión correspondiente convocó a las Audiencias Públicas, me inscribí­ a tí­tulo personal para intervenir en una de ellas. Al respecto no he publicado una sola lí­nea ni he anticipado opinión. He leí­do lo que se ha publicado en algunos medios sobre tan controvertida cuestión, así­ como algunas de las intervenciones que ya han sido hechas ante la Comisión.

A efecto de fundamentar mis puntos de vista, opinión y posición, en el trabajo a exponer empiezo por abordar lo referente a los principales rasgos que caracterizan el ordenamiento constitucional guatemalteco de los últimos 64 años, la doctrina en que se sustenta, y la legislación llamada a desarrollarlo y enriquecerlo. Al final de la exposición y, a manera de conclusión general, me permito formular una propuesta para ser considerada y que en su momento se examine la viabilidad de impulsarla. A otras cuestiones más, espero referirme la mañana del lunes durante los 40 minutos de que dispongo.

En cuanto al tema que empecé a abordar sobre la monopolización y control de la información (Diario La Hora, 9 de septiembre de 2009), considero oportuno agregar algo respecto a la infiltración de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en medios de comunicación del extranjero, y los nexos, misiones y encargos asignados por empresas privadas y fundaciones que patrocinan y utilizan, por ejemplo, a la ONG denominada Reporteros Sin Fronteras, RSF.

Para el periodista de Nueva York, John Swinton, «en Estados Unidos, actualmente, no existe prensa libre e independiente». Maxime Vives no sólo transcribe esta opinión apabullante y nada sospechosa de «contaminación marxista», sino, además, reproduce lo que William Colby (que fue director de la CIA) dice en relación a que la Agencia «controla a todos los que son importantes en los principales medios de comunicación».

Vives se ha encargado, también, de estudiar el financiamiento que recibe Reporteros Sin Fronteras y las cuentas de las que no informa así­ como a las empresas y fundaciones privadas que apoyan a ésta por demás sospechosa ONG. Entre las «empresas socias de las acciones y campañas de RSF incluye a la Fundación Ford, National Endowment for Democracy (NED), Open Society Institute, y Sigrid Rausing Trust de la que aunque asegura que no se dispone de mucha información, sí­ se sabe que apoya las actividades de Reporteros Sin Fronteras «para defender la libertad de prensa y hacer que retroceda la censura en el Magreb, Oriente Medio e Irán. No en Colombia o Perú».

Entre los patrocinadores con que cuenta Reporteros Sin Fronteras, destacan la Fundación Soros, el Center for a free Cuba (CFC), Open Society Institute, Overbrook Foundation, National Endowmet for Democracy (NED), y la ya referida Fundación Ford.

En su trabajo periodí­stico, Maxime Vives se refiere, a grandes rasgos, a cuatro de estas seis fundaciones, y el papel que cada una se ha asignado en sus respectivas áreas de influencia y penetración. De ello me ocuparé en una próxima oportunidad, así­ como a los medios de comunicación que sucesivamente han ido dejando de ser medios de opinión independientes (si es que alguna vez lo fueron) para pasar a ser medios de comunicación de las grandes empresas que ahora son, y de los intereses de sus dueños y accionistas. Serí­a absurdo, por supuesto, no considerar las excepciones.

En el caso de México, Noam Chomsky, durante la visita que hizo a la Redacción de La Jornada con ocasión del 25 aniversario de este importantí­simo rotativo, no titubeó en afirmar que quienes hacen posible su edición, su directora, sus redactores, columnistas y propietarios «han refutado una de mis tesis más importantes: que no puede haber un medio de comunicación independiente: ¡Ustedes, enfatizó, lo han refutado!»

Malaya se pudiera decir algo parecido de alguno de los matutinos o de los noticiarios de radio o de televisión del paí­s.